Hay autores que, hartos de obtener la negativa por respuesta por parte de las editoriales, se han lanzado al mundo de la autopublicación como tabla de salvación.
Sin embargo, lo que parecía un duro proceso para alcanzar el éxito o, al menos, la estabilidad laboral, se ha tornado en una vía de escape real para estos indies del sector.
Autopublicar es una opción. Y ya no es la peor, como señalaban varios estudios y análisis de resultados de años anteriores. Por lo menos en Reino Unido, donde los autores independientes han comenzado a obtener cada vez mayores ingresos. Sólo en 2015, el 22% del total de las ventas de ebooks procedían de escritores que habían sucumbido a este modelo de negocio que poco a poco se está expandiendo también en otros países.
Amazon es una de las plataformas principales de autopublicación. De hecho, su versión Unlimited amplió exponencialmente las posibilidades de los autores, quienes cobran según el número de páginas leídas. Algo que han aprovechado ciertas cuentas que han aprendido cómo trucar el sistema en beneficio propio.
Estos perfiles han descubierto que Amazon no reconocía las líneas de texto leídas, sino el punto donde la lectura se paraba, siempre y cuando el dispositivo estuviera sincronizado a internet. Estos delincuentes literarios creaban algunas páginas con contenidos de otros libros, suficientes para que nadie se diese cuenta de lo que hay después: hasta 3.000 páginas de texto de relleno. Con este tipo de artimañas, estos “escritores” de media tinta generaron hasta 20 ediciones diferentes.
El peligro del click farm
El siguiente paso era contratar a personas a bajo precio a los que enviaban los enlaces a los libros y les piden que los descarguen en su dispositivo y que se sitúen en la página final. Con ello, los libros se sitúan en las listas de los más descargados o recomendados, por lo que otros usuarios se ven abocados a participar de esto.
Los administradores de Kindle han publicado un mensaje en los foros de la comunidad en el que advierten ser conocedores de estos hechos: “Podrían intentar hinchar las ventas o las páginas leídas a través del uso de varias técnicas, tales como añadir hiperenlaces confusos o innecesarios, descolocar la tabla de contenidos o añadir contenido que distrae”.
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