La formación continua y el upskilling se han convertido en elementos esenciales para que las empresas se adapten a un mercado laboral en constante cambio. Según el World Economic Forum, el 59% de los empleados necesitarán actualizar sus habilidades en los próximos cinco años. Las organizaciones deben identificar las competencias prioritarias para desarrollar a sus equipos, utilizando plataformas como Steelter para evaluar habilidades y detectar brechas. Las soft skills más demandadas incluyen pensamiento analítico, resiliencia y flexibilidad. Invertir en formación no solo mejora la productividad, sino que también incrementa la retención de talento, siendo un factor crítico para la competitividad empresarial. La tecnología juega un papel clave en la gestión del talento, permitiendo decisiones basadas en datos y un seguimiento efectivo del desarrollo de habilidades.
Un 59 % de los empleados se verá en la necesidad de actualizar o reciclar sus habilidades en los próximos cinco años. La formación es una inversión crucial, y las organizaciones deben identificar con precisión qué equipos y capacidades son prioritarios para su desarrollo.
A medida que las empresas enfrentan el desafío de mantener a sus equipos al día, la aparición constante de nuevas competencias y herramientas se convierte en un factor crítico. La aceleración tecnológica y la digitalización han hecho que la formación continua y el upskilling, que implica adquirir nuevas habilidades dentro del puesto de trabajo, sean estrategias esenciales para adaptarse a un entorno laboral en constante cambio.
De acuerdo con el World Economic Forum, el 59 % de los empleados necesitará actualizar o reciclar sus competencias en los próximos cinco años. Además, el 70 % de los profesionales coincide en que, si no lo hacen, su perfil podría quedar obsoleto durante este periodo. Esta situación no solo afecta a los perfiles tecnológicos, que son los que más evolucionan, sino también a competencias clave como la gestión, la comunicación y la adaptación a nuevas metodologías laborales.
No obstante, invertir en formación es fundamental, y las organizaciones deben determinar con precisión qué equipos y capacidades son prioritarios para desarrollar. En este sentido, la evaluación de competencias se vuelve un paso esencial para alinear el desarrollo del talento con los valores corporativos y los objetivos estratégicos de la empresa. Plataformas especializadas como Steelter, enfocadas en análisis de talento y soft skills, permiten ahora evaluar competencias, detectar brechas de habilidades y realizar un seguimiento sistemático del progreso de los empleados.
Según los perfiles demandados por las empresas que implementan Steelter, el pensamiento analítico sigue siendo la competencia más solicitada. Siete de cada diez empresas consideran esta habilidad esencial hacia 2026, ya que permite enfrentar problemas complejos, tomar decisiones fundamentadas en datos y adaptarse a entornos inciertos.
Aparte del pensamiento analítico, otras habilidades críticas incluyen la resiliencia, flexibilidad y agilidad; estas capacidades son cada vez más valoradas en contextos cambiantes. El liderazgo y la influencia social también forman parte del conjunto de habilidades clave necesarias para gestionar equipos, fomentar la colaboración y liderar procesos transformadores dentro de las organizaciones.
Apostar por la formación interna no solo incrementa la productividad y capacidad de adaptación dentro de las organizaciones, sino que también mejora notablemente la retención del talento. Un estudio realizado por el Institute for the Future indica que las compañías que fomentan el desarrollo de competencias tienen un 40 % más de probabilidades de retener a empleados clave. Además, el 90 % considera que la formación es un elemento crítico para mantenerse competitivas en el mercado.
Desde el punto de vista del trabajador, el aprendizaje continuo fortalece su empleabilidad, amplía oportunidades profesionales y contribuye a una mayor satisfacción laboral.
La gestión del talento ha evolucionado; ya no es solo un proceso administrativo sino una clave estratégica. La combinación de herramientas para evaluar y analizar perfiles proporciona información valiosa a los departamentos de recursos humanos para diseñar planes formativos más eficaces y ajustados a las necesidades reales de cada equipo. Asimismo, la autoevaluación facilita el seguimiento del desarrollo profesional y mide su impacto.
"El verdadero reto no radica únicamente en ofrecer cursos o talleres; se trata también de comprender qué habilidades requieren los equipos y cómo evolucionan con el tiempo", explica José Luis Marcó, fundador y presidente no ejecutivo de Steelter. "Las plataformas dedicadas a la gestión del talento permiten tomar decisiones basadas en datos, algo esencial en un contexto donde los cambios son rápidos", concluye Marcó.
| Cifra | Descripción |
|---|---|
| 59% | Empleados que necesitarán actualizar o reciclar sus competencias en los próximos cinco años. |
| 70% | Profesionales que creen que su perfil podría quedar obsoleto si no actualizan sus competencias. |
| 40% | Probabilidades adicionales de retener a empleados clave al impulsar el desarrollo de competencias. |
| 90% | Empresas que consideran la formación un elemento crítico para mantenerse competitivas. |
La formación continua es crucial debido a la aceleración tecnológica y la digitalización, que requieren que los empleados actualicen y reciclen sus competencias para adaptarse a un mercado laboral en constante cambio.
Las competencias más demandadas incluyen el pensamiento analítico, resiliencia, flexibilidad, agilidad, liderazgo e influencia social, siendo esenciales para afrontar problemas complejos y gestionar equipos en entornos de alta incertidumbre.
Apostar por la formación interna incrementa la productividad, mejora la capacidad de adaptación y aumenta significativamente la retención de talento. Las empresas que promueven el desarrollo de competencias tienen un 40% más de probabilidades de retener a empleados clave.
La tecnología permite realizar evaluaciones y análisis de perfiles que ayudan a diseñar planes de capacitación más eficaces y adaptados a las necesidades reales de cada equipo, facilitando también el seguimiento del progreso y el impacto de los planes de desarrollo.