Susana Martínez, presidenta del grupo Municipalista Aike- A Guadalajara hay que quererla- y su portavoz en el Ayuntamiento, Jorge Riendas, han presentado las dos mociones que llevará el grupo al Pleno de este viernes 27. Ambas mociones pretenden dar respuesta a algunas de las demandas surgidas tras la pandemia: apuesta por el producto local y de proximidad y fomento de la divulgación de espacios verdes para su disfrute.
Martínez ha Explicado la necesidad de apoyar la celebración de mercados de la tierra como vital: “eliminamos intermediarios, compramos a productores de cercanía, favorecemos la integración de las comunidades culturales con las que compartimos vecindarios, favorecemos el tejido social y la economía circular, además proponemos descentralizar estas actividades”. Por su parte, Riendas ha explicado la importancia de dar valor a las reservas de flora y fauna que habitan la ciudad de manera permanente y estacional, para que llegue a formar parte del patrimonio natural conocido por la ciudadanía y hasta del turismo que visite Guadalajara.
El grupo ha presentado dos mociones transversales que, según Riendas, “apoyan la idea de ciudad por la que apuesta Aike”. El grupo afirma que el patrimonio urbanístico y cultural es valorado por la ciudadanía y con el natural ha de ocurrir lo mismo, razón por la cual crear cultura en torno a la naturaleza urbana y hacer una labor de divulgación es muy importante. “Nuestro grupo pone su empeño en tener una ciudad mucho más verde, mucho más amable y más sostenible, por lo que traemos la propuesta de traer los Mercados de la Tierra que ya funcionan en muchas ciudades y países, que sirven para transformar los barrios y que son propuestas que funcionan muy bien, tienen buena respuesta por parte de las vecinas y vecinos y que creemos que puede funcionar muy bien en Guadalajara”, afirma Martínez.
MERCADOS DE LA TIERRA
Esta propuesta incluye la ubicación itinerante de un mercado en el que productores y clientes tengan un espacio de contacto directo durante unas jornadas en las que la artesanía y las muestras gastronómicas acompañen esos espacios, junto con música, espectáculos, talleres. Jornadas cuya ubicación transite por barrios y pedanías a lo largo de seis jornadas al año. Martínez hace hincapié en que “las crisis son momentos de cambio y de transformación, y sin duda alguna la crisis sanitaria, económica y social que estamos viviendo a nivel mundial nos está situando como sociedad en situaciones muy complejas que hace tan sólo unos meses ni habríamos imaginado. Es el momento de poner en marcha iniciativas nuevas en la ciudad, con modelos donde el producto de cercanía y el comercio local sean los protagonistas.”
En un momento en el que los ayuntamientos se han centrado en lanzar el mensaje de que se consuma en la ciudad en la que se reside, trasladando a las vecinas y vecinos la responsabilidad de comprar en el comercio local y consumir en la hostelería local, según Martínez es también momento de poner en marcha en la ciudad de Guadalajara, en colaboración con las diferentes entidades, asociaciones y colectivos vinculados, un Mercado de la Tierra con periodicidad bimestral, rotativo, por barrios y pedanías, para que sirva de elemento dinamizador, buscando espacios abiertos y con posibilidades para el desarrollo seguro de la propia actividad social y económica. La propuesta del grupo vendría a completarse con una programación donde tenga cabida la cultura local: música, folclore, teatro, narración oral, títeres... Además de talleres y opciones para público familiar, actividades de sensibilización, de identidad patrimonial, oferta gastronómica diversa y todo tipo de propuestas que enriquezcan las seis convocatorias anuales. Similar al “Mercado de productores” que se celebra en Madrid.
Martínez afirma que la propuesta debe ir acompañada por “criterios y condiciones que faciliten e incentiven la participación de pequeños productores, artesanos, asociaciones, colectivos o comercios locales, dotando de unas infraestructuras tan reutilizables y sostenibles como atractivas para este Mercado de la Tierra, así como realizar campañas de difusión de las diferentes convocatorias, dando a conocer la actividad entre los posibles productores y el público general.”
PATRIMONIO NATURAL
El grupo ha explicado que la conservación del patrimonio cultural-arquitectónico y del patrimonio histórico-artístico son conceptos que llevan desde hace años calando en mayor o menor medida en las personas, “cuando se dejó de percibir los restos arqueológicos y las ruinas más antiguas como viejas canteras de piedras labradas o viejos vertederos. Sin embargo, si se habla de patrimonio natural, parece que existe cierta desventaja histórica o retraso, pues es evidente que se está comenzando a valorar mucho más tarde, protegerlo, y difundirlo”, continuaba Riendas explicando la otra moción que propone Aike: proteger la naturaleza urbana.
“Es notable cuánto nos cuesta apreciar y valorar nuestra biodiversidad más cercana y cotidiana, pasa desapercibida nuestra naturaleza urbana”- ha afirmado Riendas.- “Proponemos identificar, valorar y diagnosticar el estado del patrimonio natural urbano existente en Guadalajara para la creación de una Red de Microreservas Naturales Urbanas de la ciudad de Guadalajara, diferenciando entre los hábitats naturales integrados en el casco urbano, los parques urbanos y el arbolado lineal, y los edificios históricos con presencia reproductora de aves. Elaborar un catálogo del Patrimonio Natural Urbano de la ciudad de Guadalajara, describiendo los distintos hábitats identificados y las posibles amenazas para garantizar su conservación”, explica el edil.
Apreciar el patrimonio histórico arquitectónico es algo ya integrado en la manera de mirar las ciudades por parte de quienes las habitan y quienes las visitan, el grupo Municipalista pretende ampliar la mirada y que la naturaleza urbana sea puesta en valor, ya que sigue aportando excelencia a la ciudad. “Ir paseando por uno de nuestros numerosos parques y poder entender las colonias de pájaros que vemos llegar en primavera e irse en otoño, incluso los que anidan en los propios edificios. Poder apreciar las especies vegetales autóctonas que dan forma a los parques, ya sea por sus funciones de absorber CO2 o porque no dañan las aceras Elaborar un Plan de Educación Ambiental que difunda los valores de esta rica naturaleza urbana. En definitiva, se trata de que entre todas y todos podamos ayudar a conservar y dar el valor que se merece nuestra naturaleza urbana más próxima y cercana. Es una apuesta en la que gana la naturaleza y ganan las personas” concluye Riendas.