Artículo de opinión de Orlena de Miguel, candidata por Ciudadanos al Congreso de los diputados por la provincia de Guadalajara
lunes 23 de mayo de 2016, 12:48h
Mi abuelo nació en una pequeña localidad cántabra en 1923. Al finalizar la Guerra Civil, su familia quedó atrapada en medio del nuevo frente creado en las montañas entre maquis y la Guardia civil franquista. De una familia de cinco miembros, sólo dos sobrevivieron al choque. Mi abuelo no eligió un bando. El bando lo eligió a él por casualidad. Sus convicciones políticas eran bastante radicales. Y tenía razón. Es difícil que surja otra cosa de un sufrimiento semejante.
Gonzalo, que así se llamaba, huyó de su pueblo natal y, aunque la persecución ideológica le complicó las cosas algún tiempo más, consiguió rehacer su vida, casarse, tener hijos, nietos y bisnietos. Y amigos. Un día me comentó divertido que uno de sus mejores amigos era un reconocido falangista. Ante mi sorpresa, y adivinando mis dudas añadió - Nunca hablamos de política-.
En 1978 los españoles sellamos en un documento esa reconciliación que mi abuelo ejercía cada día con una baraja de cartas en el bar del pueblo. Treinta años más tarde, y sin violentas tragedias personales, me encuentro ante personas de mi generación que pretenden que todo este trabajo de recuperación que llevamos a cabo como nación no ha existido. Desean fervientemente regresar a las dos Españas - de rojos y azules, o de arribas y abajos, que viene a ser su versión 2.0 - que nuestras familias superaron. Sobretodo porque no las olvidaron.
Igual que comprendía las convicciones de mi abuelo encuadradas en el tiempo que le tocó vivir, tiendo, para comprender a estos compañeros de generación, a buscar sus motivaciones dentro del contexto vital que compartimos. Aquí es donde la causa-efecto empieza a desdibujarse.
Mi generación se benefició enormemente de ese pacto entre compatriotas que se firmó en el 78.
Tuvimos todos una educación bastante buena, una sanidad que nos permite estar infinitamente mejor de lo que estaban nuestros abuelos a nuestra edad, y, en definitiva, un entorno económico y social que nos permitía ser y hacer lo que quisiésemos ser y hacer.
De unos años a esta parte, este bienestar en el que tuvimos la suerte de crecer se ha venido resquebrajando. Llegó un punto en que nuestra clase política se gustó demasiado a sí misma.
Perdió la vocación de servicio público y, ante el temor de ser desposeídos de poder, comenzaron de nuevo a crear bandos; hinchadas que les soportasen en sus puestos hicieran lo que hicieran porque eran de "los suyos". Y bajo la amenaza de dóbermans o caos hemos tenido que vivir los españoles respirando tranquilos sólo entre periodos electorales.
Si le echamos un vistazo rápido a nuestra historia reciente, a nadie se le escapa que hemos vivido bien cuando hemos estado unidos, y hemos sufrido crisis económicas, sociales, morales, cuando nos hemos dejado dividir sucumbiendo a nuestras más bajas pasiones.
Estas interminables elecciones que tienen su último asalto el 26 de junio, y para las que, no lo duden, se nos va a tensionar al máximo, son sobretodo una oportunidad para decidir quiénes queremos ser y qué oportunidades queremos brindar a la siguiente generación.
A España la dan forma 47 millones de personas diferentes con una historia común de la que debemos aprender. Hagamos que nuestros abuelos estén orgullosos.
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No más dos Españas
Últimos comentarios de los lectores (4)
70 | Ivan - 23/05/2016 @ 21:34:22 (GMT+1)
Toda la razón. Nos están haciendo crisparnos, no hay más que ver que odia los comentarios en internet, están cargados de violencia verbal.
Siempre habrá quien esté dispuesto a "indignarnos"
69 | Ana - 23/05/2016 @ 20:47:47 (GMT+1)
Ses Morrales, sus comentarios no tienen ningun sentido, porque se basan en informacion falsa ,lea,busque,piense ,o ...repita la propaganda que lee en face..Se puede elegir
68 | Ses Morralles - 23/05/2016 @ 17:01:51 (GMT+1)
Como a tu abuelo, a muchos de nuestros abuelos les toco un bando u otro, pero la culpa fue de quien creo los bandos, si los fascistas hubieran respetado la legalidad, la guerra no hubiera existido y quien sabe donde estaríamos ahora, seguramente como los demás países de la Europa americanizada, porque Hitler no se hubiera detenido en los pirineos, y esta vez quizá por aquello de que tanto va el cántaro a la fuente, la sublevación popular hubiera estado del lado de la razón y no de la sinrazón como en la llamada Reconquista, la Guerra de sucesión o la lucha contra el Francés. Quien esta creando de nuevo las dos españas sois en primer lugar vosotros C's, el PP, y ese partido marginal del que han huido ya todas las ratas, incluido ese pseudo politico-actor, llamado UPyD. Quien ha fomentado en Catalunya la discriminación entre catalanes e inmigrantes del resto de la península sino vosotros, quien llamándose defensor de los derechos de las clases populares nos mantiene en la reforma laboral del PP, quien ha intentado hasta el ultimo momento un pacto PP-C's-PSOE contra la izquierda, sino vosotros. En fin a esa españa que dices que forman 47 millones, debes de quitarles 7 millones que ya no os creemos y queremos partir hacia nuevos horizontes, quizá mejores, quizá peores, pero que sean nuestros horizontes.
67 | Ana Bañuelos - 23/05/2016 @ 15:35:51 (GMT+1)
Tu abuelo era sobre todo una buena persona y con sentido común que parece que actualmente es el menos común de los sentidos.
Puedes estar muy orgullosa de tu abuelo ,como èl lo estará de ti
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