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El Certamen de pinchos medievales llena Sigüenza durante el fin de semana
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(Foto: Álvaro Picazo)

El Certamen de pinchos medievales llena Sigüenza durante el fin de semana

Por Laura G. Puebla
lunes 05 de octubre de 2015, 15:04h
La gastronomía, un gran reclamo turístico para la Ciudad del Doncel

  • Gala


  • Consuegra en Sigüenza


  • Corio en Sigüenza


  • Delegación de Olivenza


  • Presentación


  • Tapa Hondarribia


  • Tapa La Granja


  • Cocineros La Granja


  • Restaurante La Granja


  • Restaurante La Granja


  • Tapa de La Guardia


  • Tapa de txistorra


  • Tapa de Estella-Lizarra


  • Degustando la tapa de Almazán


  • Tapa de Almazán


  • Tapa de Consuegra


  • Los Dulzaineros


  • Cafetería Atrio


  • Tapa de Olivenza


  • Julia Medrano, cocinera de Almazán


  • Representantes de La Guardia


  • Gala en El Pósito

Este fin de semana la Ciudad del Doncel acogía el VIII Certamen de Pinchos y Tapas Medievales, donde los ganadores de los diferentes municipios presentaban en los establecimientos hosteleros de Sigüenza sus exquisitas tapas.

La jornada comenzaba a las 12.00 horas en el restaurante La Granja de Alcuneza, donde el alcalde de la localidad, José Manuel Latre, presentaba el concurso. Allí los turistas podían degustar dos tapas, la realizada por el propio restaurante y que fue la ganadora del concurso local y otra que realizaban dos cocineros llegados desde Hondarribia.

La tapa cocinada por el restaurante La Granja era la más vistosa del concurso, gracias a su delicioso pan de sésamo, además la carne de ciervo estaba muy bien cocinada, sin embargo tanto la espuma como los cristales de azafrán no se integraban bien en su conjunto.

Por su parte, los cocineros de Hondarribia, tras dar las gracias a los anfitriones, presentaron un delicioso cóctel de bacalao con una presentación exquisita y un sabor excelente. Junto con la tapa de Almazán eran los pinchos mejor elaborados. De este pincho cabe destacar no sólo el bacalao, si no la crema y las espinacas que lo acompañaban. También cabe destacar la presentación, dentro de un vaso con una pequeña cucharita lo que lo hacía fácil de comer. No obstante, no se podía esperar menos de esta ciudad vasca, en la que uno de sus puntos fuertes para atraer el turismo, al margen de sus preciosas calles, es la gastronomía y sus ricos pinchos.

El resto de los pinchos se podían degustar en diferentes establecimientos hosteleros de la propia Ciudad del Doncel, la comitiva, acompañados de los dulzaineros de la localidad, fue recorriendo cada uno de los bares y probando los diferentes pinchos. En todo el fin de semana se degustaron 5.000 pinchos y no es de extrañar, ya que la ocupación hotelera estaba al 90%.

El siguiente pincho que hay que destacar es que ofrecía la cafetería París, que estaba realizado por la cocinera Julia Medrano del Hotel Villa Almazán, se trataba de una Espuma de invierno. La espuma estaba deliciosa, así como la base, la oreja y la alcachofa. Todos los ingredientes estaban muy bien cocinados, por lo que se te deshacían en la boca, lo que daba lugar a que fuera muy poco pesado y te dieran ganas de repetir.

Sin embargo, el pincho más original fue el elaborado en el establecimiento Las Travesañas y llegado desde Estella-Lizarra y se trata de la Txistorra de trucha. En Navarra es muy tradicional en muchos de sus pinchos incluir la txistorra, pero esta tenía truco y es que no se trataba de ningún producto del cerdo, sino una txistorra realizada a base de la carne de la trucha.

Los otros cuatro pinchos, aunque estaban ricos, eran los más normales. Por una parte el que se ofrecía en la Taberna el Gurugú y que llegaba desde La Guardia era Papara de baserriko txerria con huevas de arenque y sal de vino de Añana. Lo más original era la sal, ya que el pincho, aunque estaba muy rico para los amantes del cerdo, era un trozo de tocino.

El pincho de Consuegra Toledo que ofrecía el establecimiento La Ermita era el denominado Mi Tierra: carne, queso y aceite y se trataba de carne cocina con un trozo de queso por encima. Una tapa muy bien cocinaba, pero poco original.

Uno de los que menos llamo la atención fue el de Coria que se trata de Secreto de Muralla, como su nombre indica era un tartar de secreto, pero simplemente se saborea el pan. Finalmente, en la cafetería Atrio se podía degustar el pincho llegado desde Olivenza, que se trataba de una Milhoja de carrillera de ibérico. Esta tapa estaba bien elaborada, el problema es que tardaban mucho en servirla, por lo que hubo gente que no pudo degustarla. No obstante, tanto el jamón que la coronaba, como el queso y la carne estaban muy bien cocinados.

Tras la degustación de los pinchos tuvo lugar una gala el sábado por la tarde en El Pósito, donde se entregaron diferentes regalos a los participantes y el alcalde agradeció a todos su visita a la Ciudad del Doncel.
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