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Las excavaciones arqueológicas en Santiago han descubierto la piedra fundacional del edificio
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Las excavaciones arqueológicas en Santiago han descubierto la piedra fundacional del edificio

lunes 27 de julio de 2015, 12:34h
La Asociación de Amigos de la Iglesia de Santiago entregó los premios de su I Concurso de Fotografía del Románico
La Asociación de Amigos de la Iglesia de Santiago de Sigüenza presentó, en la tarde de ayer y en la gala anual que organiza con motivo de la onomástica del Santo a cuya advocación está dedicado el edificio, los resultados del informe arqueológico de los trabajos realizados desde primeros de año en el presbiterio del edificio. Las excavaciones arqueológicas son uno más de los pasos con los que la AAISS pretende convertir la Iglesia en un Centro de Interpretación del románico provincial, culminando así su restauración.

El evento fue conducido, con buen tino y verbo fluido, por Oscar Ruiz, periodista de COPE Sigüenza, siempre dispuesto a colaborar cuando se le pide. Acompañando la celebración estuvieron presentes el deán de la Catedral de Sigüenza, Marciano Somolinos, y el alcalde de la ciudad, y presidente de la Diputación, José Manuel Latre, entre otras autoridades locales y provinciales.

Además de Ruiz, otros voluntarios también cedieron sus capacidades al proyecto, como el guitarrista Miro, quien ya había actuado anteriormente, e igualmente de forma altruista, en la Iglesia. “En Sigüenza estoy en mi casa, pero es que además creo en el proyecto de restauración. A los espacios hay que darles vida, y eso es lo que la AAISS pretende”, decía. El guitarrista interpretó, en diferentes momentos de la gala, un preludio de Héctor Villalobos, una obra de Georges Moustaki, y terminó con el 'Recuerdo de la Alhambra', de Francisco de Tárrega. Cuando terminó su actuación, no dijo “adiós, sino hasta pronto”, en un nuevo acto de generosidad con la causa.

Fue el propio autor del informe, Ricardo Barbas, el encargado resumir las actuaciones llevadas a cabo en la considerada como primera de las dos fases previstas en las excavaciones arqueológicas que forman parte del proyecto. Después de hacer una breve introducción, Barbas presentó las conclusiones de su trabajo, y la secuencia temporal, que “nos ha permitido profundizar un poco más en la historia de Sigüenza”, valoraba el arqueólogo. Barbas también mostró los hallazgos documentados y cómo se han puesto en valor para su integración posterior en el proyecto de musealización y conversión de la Iglesia en un centro de interpretación del románico en la provincia de Guadalajara.

Después de los primeros hallazgos, habidos a comienzos de año, Barbas planteó hacer dos sondeos. En el presbiterio apareció el suelo primitivo de la Iglesia, correspondiente al siglo XII, de manera que se amplió la excavación para darle cobertura a toda esa área. El trabajo posterior del equipo de Barbas ha documentado las diferentes épocas que han dejado huella en presbiterio y altar.

La Iglesia de Santiago descansa en una buena parte sobre la muralla del siglo XII. “Cuando se construyó la muralla, el edificio estaba ya planificado”, explicó Barbas. Las excavaciones han llevado al arqueólogo a encontrar la piedra fundacional, que probablemente fuera colocada en la década de 1160-1170, con obras financiadas por el obispo Don Cerebruno. En el siglo XIII se produjo la explosión en altura, que convirtió la iglesia en un edificio esbelto, de estilo protogótico, con elementos románicos. Gracias al análisis de los hallazgos, Barbas ha descubierto que en el siglo XIV hubo un incendio, precedido de un saqueo, y que la ocupación posterior del lugar fue habitacional. El culto religioso no volvió hasta el siglo XV, cuando se incorporó a la Iglesia al Monasterio de las Clarisas. “Con ellas se vuelve a embellecer el edificio”. Todo ese esplendor del Siglo de Oro también queda reflejado en los hallazgos. En el XVIII y XIX se construyen altares de madera, que se pueden apreciar en las fotos del legado Archilla.

En la Guerra Civil hubo dos momentos críticos: la ocupación del templo por parte de las milicias, que desmantelaron y quemaron los elementos de madera, y el bombardeo, con el que las cubiertas se vinieron abajo. Después de la conclusión de la excavación en el área del presbiterio, el proyecto arquitectónico va a continuar por la reconstrucción de paramentos en esa zona, mientras que el arqueológico iniciará ahora la excavación de la nave central.

Después de terminar su exposición, Barbas hizo entrega del informe a la presidenta de la AAISS, Elena Guijarro, y lo mismo hizo a continuación el pintor seguntino, Emilio Fernández Galiano, con un grabado original que reproduce una vista del monumento desde el Paseo de Ronda. “Desde ahora distinguirá, reproducido, a los artistas que cedan altruistamente su música para la causa de la restauración de la Iglesia”, anunciaba la presidenta. “Que hoy en día haya gente que dedique su tiempo a recuperar lo más bello de nuestro pasado, es reconfortante. Para mí, ha sido un honor ceder la imagen”, afirmó el pintor.

Diferentes concejales del Ayuntamiento de Sigüenza y miembros de la Asociación, entregaron después las distinciones a los músicos y corales que han contribuido con su arte al proyecto de restauración. Sucesivamente fueron nombrados Cristina Férriz e Ignacio Serrano, la coral Kromática, Breogán Prego, Gerardo López Laguna, el Ensemble 4/4, Miro, la Coral de San Agustín del Guadalix y el Coro de Albacete. Todos se llevaron la reproducción del grabado de Fernández-Galiano. Y también los pintores Santiago Morollón, autor de la lámina que venden los voluntarios en la Iglesia con el fin de recabar fondos para la restauración, y el propio Emilio Fernández Galiano.

Para cerrar la gala, fueron entregados los premios del I Concurso de Fotografía del Románico patrocinado por la Asociación de Amigos de la Iglesia de Santiago. El tercer premio fue para Antonio Damián Gallego, por una fotografía de la Iglesia de Villacadima, un trabajo a color, en el que destaca el contraluz entre la portada del monumento y el resto de la edificación. Le hizo entrega de su premio, de 200 euros, Pedro Hervás, de Construcciones Hervás, patrocinador del premio.

El segundo premio lo obtuvo Jesús de los Reyes Martínez, por una fotografía en blanco y negro, que recoge un motivo de la Iglesia de Santa María de la Varga, en Uceda, en la que destaca el encuadre, perfecto, y la selección de la luz. Le hizo entrega de su premio Alvaro Velilla, gerente de Construcciones Velilla-Garrido. Además, este fotógrafo se llevó también un accésit, por otro trabajo excelente, con un motivo de la portada románica de la Iglesia de Alcocer. El primer premio quedó desierto. El jurado lo integraron Elena Torcal, Pilar Martínez Taboada, Antonio López Negredo, Rafael Darwich y Ernesto Alcolea. El acto lo cerró la intervención de la presidenta de la AAISS, Elena Guijarro, agradeciendo la implicación altruista de las personas que colaboran, y solicitando “que no dejen de hacerlo y extiendan por donde puedan nuestro proyecto y busquen nuevas ayudas”.
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