Entre el 6 de septiembre y el 7 de noviembre, São Paulo acoge la 31ª Bienal que mostrará ochenta y un proyectos, tanto colectivos como individuales, de más de un centenar de participantes que han dado como resultado unas doscientas cincuenta obras de arte.
La idea de esta Bienal se basa en el tema central, es decir, “Como falar de coisas que não existem”; se trata de una invocación poética de las capacidades del arte para reflexionar y actual sobre la temas tan comunes como a vida, el poder o las creencias. Este evento tiene el objetivo de utilizar las condiciones contemporáneas para que los proyectos artísticos se involucren y cambien las cosas.
El objetivo transformador de la Bienal se ha desarrollado en charlas, en reuniones públicas de los equipos en multitud de ciudades como Berlín, de hecho, tras esta 31ª Bienal de São Paulo, Brasil acogerá el “II Forum Mundial de Bienales, cómo hacer bienales en los tiempos actuales”.
Esta Bienal es más que arte, da un paso más allá, es la comunicación optimista del arte, una comunicación sobre las cosas que no existen, las cosas que nos debemos comprender desde la parcialidad, las limitaciones y las injusticias para cambiar el modo de pensar.
Nos encontramos en un contexto de crisis políticas, sociales, religiosas, económicas, ecológicas,…, y el arte y la cultura tienen que dar ese salto que nos permita cambiar, se trata del turno de la condición contemporánea. Las obras de arte de este evento son estudios de distintos conflictos a través de proyectos que se centran en la relación entre grupos distintos, en diferencias históricas o ideas; nos encontramos ante el pensamiento y la acción colectiva para ser más eficaces, ante la imaginación como una herramienta para cambiar el mundo y el arte como una fuerza de transformación a través de sus obras.
La 31ª Bienal nos llevará a un viaje de cambio que involucra a todos, un viaje repleto de obras de arte, palabras e ideas que darán lugar a grandes actos, actos artísticos de voluntad que nos mostrará la capacidad del arte de cambiar el mundo.
Ya no hablamos de arte, hablamos de personas que trabajan con otras personas en proyectos, que colaborarán y entablan relaciones en un proceso de intercambio y aprendizaje. Además, el aprendizaje nos lleva a otro de los ejes de esta Bienal, la educación; la educación entendida como la manera de entender las relaciones, donde todos aprendemos, la educación como la comunicación abierta en reuniones, la idea de pensar juntos cómo intervenir en la cultura. Una educación a través de talleres, conferencias y proyectos en los que tanto artistas como público y participantes se llevarán un conocimiento que antes no tenían.
Esta Bienal de São Paulo se convierte así en el punto de encuentro del arte, los artistas, todo aquel que quiera ser partícipe de una reunión y una exposición artística que quiere hablar de lo que nadie habla; “Como falar de las coisas que não existem” se transforma en un centro de ideas y pensamientos, de acciones y propuestas que demuestren que el arte también quiere cambiar el mundo.
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