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El pasado sábado comenzaba la temporada de otoño de la XIV Edición del Tren Medieval, una iniciativa turística que veía la luz hace ahora precisamente catorce años, en otoño de 2005. Desde entonces es uno de los estandartes del turismo hacia la ciudad que ha dado a conocer los atractivos de Sigüenza a decenas de miles de personas de todas las edades, principalmente de la inagotable cantera de visitantes que es Madrid.
Ayer, y después de que histriones y músicos hicieran retroceder en el tiempo a la estación de Chamartín, convirtiéndola en escenario teatral, el corcel de hierro medieval encaminaba su galopar hacia la ciudad de Sigüenza, con cerca de 150 pasajeros a bordo.
Sobre los raíles, magia, música y performances, en las que los actores hacen partícipe al público, y especialmente a los niños. Una vez quedaba atrás el Corredor del Henares, partir de Guadalajara, dos castillos, primero el de Jadraque, y luego el de Sigüenza, ponían en situación a los viajeros de lo que les esperaba en la ciudad del Doncel.
Todos ellos recibieron dulces, los doncelitos, de la Pastelería Las Delicias, y las trufas de las monjas Clarisas. Con el gusto del dulce en la boca, la sonrisa de la comedia en el rostro, y la música de la zanfona y el tambor en los oídos, quedaban divididos en tres grupos para hacer la visita guiada a la ciudad. El recorrido se iniciaba en el Parque de La Alameda e hilvanaba lugares emblemáticos como la Casa del Doncel, el castillo Parador que saludaba a los viajeros esta vez de cerca, o el patio de la Catedral, aun de aniversario. Al terminar la visita guiada, y con la Plaza Mayor jalonada de puestecitos artesanos, el patio del Ayuntamiento, la casa del pueblo, se convertía en el escenario ideal de la representación final. Allí, el personal del Tren Medieval sorteó objetos artesanos, una noche en un establecimiento hotelero de la ciudad, con viaje en tren incluido, una ruta de senderismo por el Rio Dulce, y un lote de productos Despelta. Además, con el billete del tren los viajeros obtenían descuento en la entrada para visitar Catedral y al Museo Diocesano.
En este segundo viaje del otoño al pasado seguntino desde el corazón de Madrid, con un tiempo prácticamente veraniego, la alcaldesa de Sigüenza, Maria Jesús Merino, el delegado de la Junta de Comunidades en Guadalajara, Eusebio Robles, y la delegada de Economía Empresas y Empleo, Susana Blas, se subían al Tren Medieval en la estación del Guadalajara para apoyar con su presencia esta longeva iniciativa promocional, decana de los trenes turísticos en España. “Esta XIV Temporada del Tren Medieval sigue siendo una apuesta fundamental del Ayuntamiento por el turismo. Apoyamos el Tren Medieval, al que intentaremos mejorar y vestir en el futuro. Para ello nos ha acompañado Eusebio Robles, mostrando con ello la apuesta del Gobierno regional por hacer de Sigüenza un referente turístico de nuestra región”. Por su parte, Robles y Blas invitaban a conocer la ciudad, también por esta vía, la vía del Tren Medieval.