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EMPRENDEDORES. PURAMAR AGUA. Chiloeches.

Javier Cuéllar.
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Javier Cuéllar.

Javier Cuellar: “Me gustaría acabar el año 2015 con cuatro empleados”

miércoles 22 de abril de 2015, 11:27h
Dice el refrán que “no hay mal que por bien no venga”. Eso mismo pensó Javier Cuéllar cuando, por motivo de la crisis, perdió su empleo. “Siempre tuve en mente iniciar mi propia aventura empresarial y, aunque lo haya hecho obligado por las circunstancias, el primer mal trago, ya sabe más dulce”, resume.
Lo dice porque el camino hasta la apertura de PURAMAR AGUA no ha estado exento de dificultades, pero tampoco de “gratas sorpresas”. En el capítulo de agradecimientos, Cuéllar destaca la ayuda de FADETA “por el apoyo económico solvente, pero también por la extraordinaria agilidad administrativa de su equipo”; y la labor del Ayuntamiento de Chiloeches: “todo lo que ha dependido de ellos lo he conseguido de manera prácticamente instantánea”. En el lado negativo, se queja de la falta de reflejos, “diría incluso que de sensibilidad”, de las eléctricas. “Tuve que esperar tres meses para que me instalaran el contador de la luz, un plazo inasumible para un negocio nuevo que necesita actividad para rentabilizar la inversión cuanto antes”, valora.

Montserrat Rivas, presidenta de FADETA, destaca que además de la propia gestión de los fondos, “sin el apoyo de la Junta de Comunidades y de su apuesta por el Desarrollo Rural, y de la Diputación Provincial de Guadalajara, la única en la región que pone fondos para los grupos de desarrollo rural, nuestra ayuda no sería tan eficaz”, valora a las puertas de un nuevo periodo que el GDR del Tajo Tajuña encara con optimismo, “puesto que poco a poco, el optimismo en el consumo fruto de la progresiva mejora de la situación económica anima al emprendimiento”.

Javier conoce bien el sector químico para el que ha trabajado toda la vida. “Es una de las áreas productivas en las que menos se ha notado la crisis. Llegó más tarde que a las demás, y ha salido antes, porque en nuestra sociedad, la química está presente en prácticamente todo lo que tocamos, e incluso en lo que comemos”, valora. Pese a las dificultades, dieciséis meses después de su despido, el emprendedor abría las puertas de las dos naves, en la calle del Metal, 5 y 7, del Polígono Industrial Albolleque de Chiloeches, donde ha radicado su empresa. En diciembre de 2013 dio el paso adelante, y en septiembre de 2014 descargó su primera cisterna.

PURAMAR AGUA comercializa productos para el tratamiento de aguas potables y residuales, de aguas de recreo (piscinas) y abastece de productos químicos a la industria en general. Los productos no sufren transformación alguna en Chiloeches, ya que la empresa sólo los almacena y distribuye, y en el caso de los líquidos, los envasa.

En las dos naves de Chiloeches –ambas cumplen con el Reglamento de Almacenamiento de Productos Químicos- PURAMAR AGUA acumula y comercializa líquidos y sólidos. Los sólidos llegan en camiones de gran tonelaje, ensacados y paletizados, y se acumulan en las instalaciones del número 5, mientras que los líquidos se reciben a granel en cisternas y son descargados en los depósitos fijos y móviles ubicados en el 7.

El diseño y la estructura de los almacenes están pensados para prevenir cualquier riesgo medioambiental ante un posible vertido. Por dar un ejemplo, “las aguas de las zonas de manipulación de productos químicos están canalizadas a una balsa de neutralización. En el caso de existir un problema, se eliminaría allí mismo sin contaminar el exterior”, explica Javier.

Consciente de la importancia de los procesos de calidad en su negocio, el emprendedor ha concebido el proyecto para obtener, de forma prácticamente consecutiva a la puesta en marcha, las certificaciones de calidad UNE-EN ISO 9001:2008, de Medioambiente, UNE-EN ISO14001:2004, y un Sistema de Gestión de Prevención, de acuerdo con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.

Su dilatada experiencia como gestor y responsable comercial le ha allanado el inicio de la actividad económica al proyecto. “Sinceramente, no me esperaba la excepcional respuesta que he tenido de proveedores y antiguos clientes, a los que agradezco su confianza en PURAMAR AGUA”, prosigue. Javier tiene en mente extender la compañía hacia la asesoría, para lo que contará con técnicos comerciales cualificados y consejero de seguridad.

El caladero de volumen de negocio es abundante. “La química del agua es necesaria en las empresas papeleras, fabricantes de productos de limpieza, textiles, de detergencia, lavanderías, alimentarias o de motor y pintura. También atendemos a organismos públicos que, con una normativa medioambiental cada vez más exigente, requerirán nuevos servicios para tratar sus aguas residuales”, afirma en tono optimista el emprendedor. La ubicación del proyecto, a un paso de la A2, le da salida directa hacia Madrid “donde tenemos la mayoría de nuestro negocio”, y a la arteria principal de Guadalajara en su conexión con Castilla La Mancha, “donde queremos extendernos”.

Plenamente en marcha, Cuéllar, que ahora trabaja en solitario multiplicando sus esfuerzos, espera terminar el año habiendo generado trabajo estable para otras cuatro personas más. Las nuevas perspectivas de la economía y su perseverancia y voluntad, le han colocado de nuevo a su espalda los vientos de una prosperidad que quiere extender en forma de creación de empleo.
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