El Cementerio Municipal de Guadalajara fue el escenario de una emotiva misa-concierto celebrada en honor al Día de Todos los Santos. Este evento, que reunió a un gran número de vecinos y familias, se caracterizó por su profundo simbolismo y recogimiento, ofreciendo un espacio para rendir homenaje a los seres queridos que han partido.
La ceremonia religiosa fue oficiada por el párroco del cementerio, en un entorno emblemático: frente al Mausoleo de los Marqueses de Villamejor, un destacado conjunto escultórico situado en el histórico Patio 3 del camposanto. Este lugar, de gran valor artístico y patrimonial, ha sido generosamente cedido por la familia Figueroa para la colocación del altar.
Un repertorio musical conmovedor
La misa estuvo acompañada por un selecto repertorio musical interpretado por destacados artistas: la soprano Guadalupe Durán, el tenor Gonzalo Terán, la violinista Silvia Peralta y la pianista Marina Santiago. Juntos emocionaron al público con piezas memorables como el Aleluya de Exultate, jubilate de Mozart, el Sanctus de Schubert, así como el Dona nobis pacem, el Ave Verum Corpus de Mozart, y el Panis Angelicus de César Franck, entre otros.
El acto también contó con la presencia destacada de la alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos, quien estuvo acompañada por el primer teniente de alcalde, Javier Toquero, y varios concejales como David García, José Luis Alguacil y Chema Antón. Su asistencia subrayó la importancia del homenaje colectivo a los difuntos en esta significativa jornada.
Aumento en la afluencia y medidas especiales
No solo se trató de una ceremonia religiosa; la jornada estuvo marcada por una notable afluencia de visitantes al cementerio. Ante este incremento, el Ayuntamiento decidió ampliar los horarios de apertura y reforzar los servicios de limpieza y accesibilidad. Estas medidas tenían como objetivo facilitar el acceso y asegurar que el recinto estuviera en óptimas condiciones durante esta fecha tan señalada.
La misa-concierto fue posible gracias a la colaboración entre el Ayuntamiento de Guadalajara, la Fundación Mémora y el Obispado de Sigüenza-Guadalajara. Juntos ofrecieron a la comunidad un espacio donde convergen espiritualidad, cultura y memoria en el corazón del Cementerio Municipal Virgen de la Antigua. Como símbolo del recuerdo, todos los asistentes recibieron una rosa liofilizada y una vela.