Condena y duelo en Cabanillas tras el asesinato machista de Ramy Taccarelli
El pasado viernes 27 de junio, la Plaza del Pueblo se convirtió en el escenario de una emotiva concentración de duelo, marcada por la rabia y la indignación. La comunidad se reunió para expresar su repulsa ante el reciente caso de violencia machista que ha conmocionado a la provincia, resultando en el asesinato de Ramy Virginia Taccarelli, una mujer de 41 años, vecina de Iriépal.
A la convocatoria asistieron decenas de personas, entre ellas el alcalde José García Salinas y varios miembros del consistorio municipal. La concentración comenzó a las 12:30 horas con un minuto de silencio, que fue seguido por aplausos en memoria de Ramy. Este acto simbólico reflejó el dolor compartido por los presentes ante una tragedia que ha dejado huellas profundas en la comunidad.
Detalles del caso y antecedentes
La familia de Ramy denunció su desaparición el 18 de junio. Según las investigaciones, todo apunta a que fue su pareja, con quien intentaba separarse, quien acabó con su vida. Tras días de búsqueda, el cuerpo sin vida de Ramy fue hallado en una cueva en Ruguilla, pedanía de Cifuentes y lugar de origen del sospechoso, quien ya se encuentra detenido.
Medios locales han informado que Ramy había buscado ayuda en varias ocasiones en el Centro de la Mujer de Guadalajara, donde recibió asistencia psicológica y jurídica. Durante esas visitas, expresó su deseo de separarse; sin embargo, no había presentado denuncia formal alguna, lo que le impidió ser incluida en el Sistema Viogén. La tragedia deja huérfanos a dos hijos: un joven de 18 años y una niña de apenas 5.
Reacciones y futuro
Este lamentable suceso ha reavivado el debate sobre la violencia machista y la necesidad urgente de implementar medidas efectivas para proteger a las víctimas. La comunidad clama por justicia y por un cambio real que evite que más mujeres sufran situaciones similares.
La concentración no solo fue un acto de recuerdo hacia Ramy Taccarelli, sino también un llamado a la acción colectiva para erradicar la violencia contra las mujeres. Las voces unidas en Cabanillas resonaron con fuerza, exigiendo un futuro libre de miedo y agresiones.