Los Ayuntamientos de Azuqueca de Henares, Cabanillas del Campo y Marchamalo han dado un paso significativo hacia el desarrollo industrial al presentar su propuesta para la creación de una Zona Franca del Eje Intercontinental Central. Este proyecto busca organizar y potenciar el suelo industrial en el Corredor del Henares, aprovechando su ubicación estratégica entre Madrid, Zaragoza y Barcelona. Los alcaldes de los tres municipios han destacado que esta zona franca servirá como una herramienta administrativa para atraer nuevos proyectos empresariales y fomentar la colaboración con otros ayuntamientos y entidades supramunicipales, incluyendo a la Universidad de Alcalá, AENA, ADIF y el Port de Tarragona.
En un encuentro programado para mañana, los alcaldes se reunirán con el presidente de la Diputación Provincial, José Luis Vega, con el fin de presentar la iniciativa y solicitar que se evalúe su viabilidad técnica y jurídica. Además, buscarán apoyo por parte de las administraciones regionales y estatales.
Un proyecto estratégico para la región
La presentación del proyecto tuvo lugar en el Ayuntamiento de Cabanillas del Campo. Miguel Óscar Aparicio, alcalde de Azuqueca de Henares, enfatizó la importancia del Puerto Seco de Azuqueca y el nuevo puerto que comenzará a operar en Marchamalo. “Contamos con dos centros operativos de mercancías ferroviarias que ya están funcionando, capaces de gestionar grandes volúmenes”, afirmó Aparicio. Estos centros están conectados por carretera al aeropuerto de Madrid-Barajas y a otros puertos del Corredor Mediterráneo, lo que convierte a esta área en un punto clave para la distribución nacional e internacional.
Aparicio también destacó que se prevé un incremento del 50% en la atracción de inversión productiva nacional e internacional durante los primeros cinco años, así como un aumento del 60% en la competitividad empresarial en Castilla-La Mancha gracias a las ventajas fiscales y logísticas que ofrecerá la nueva zona franca.
Generación de empleo y sostenibilidad
José Salinas, alcalde de Cabanillas del Campo, explicó que una zona franca otorgada por la administración central proporcionaría condiciones fiscales y aduaneras especiales que facilitarían el comercio internacional. Su objetivo es crear un entorno generador de empleo cualificado y estable, además de servir como catalizador para modernizar y diversificar la economía regional. Aunque este proyecto es liderado por Azuqueca, Cabanillas y Marchamalo, Salinas subrayó que está diseñado como un consorcio abierto, invitando a otras localidades a sumarse según sus necesidades comerciales.
Rafael Esteban, alcalde de Marchamalo, también mencionó la posibilidad de incorporar más municipios al consorcio. Se ha optado por esta forma administrativa para asegurar una representación equitativa entre todos los municipios involucrados. Esteban destacó que es fundamental aprovechar estas condiciones especiales para posicionar esta zona como un referente internacional en España.
Aparicio puso como ejemplo a seguir a Vigo, que transformó su zona portuaria en un motor económico reconocido internacionalmente. “Nuestro objetivo es adaptar ese modelo exitoso a nuestra región”, concluyó el alcalde azudense. La iniciativa busca no solo replicar lo logrado en Vigo sino mejorarlo mediante innovaciones adaptadas a los desafíos logísticos actuales.