La alcaldesa de Guadalajara acompañó la ronda de los mayos que recorrió anoche las plazas del centro de la ciudad

La ciudad de Guadalajara vivió ayer por segundo año consecutivo la celebración de la Ronda de Mayos, promovida por la Asociación Gentes de Guadalajara, con la participación de las Rondas de Horche y de Azuqueca de Henares y del grupo folk de bailes Wad All Hayara, con la colaboración del Ayuntamiento de Guadalajara.

La alcaldesa de Guadalajara, Ana Guarinos, quiso sumarse a esta celebración popular, que trata de revivir en Guadalajara una tradición muy alcarreña que sirve para dar la bienvenida a la primavera y que se mantiene en muchos pueblos de la provincia. Junto a las concejalas Begoña Gracía y Eva Henche, la alcaldesa acompañó todo el recorrido de las rondas, que comenzó a las a las 22:00 de la Plaza del Carmen, pasando por las plazas del Jardinillo, Concejo, plaza Mayor, y San Pedro, para terminar en el Santuario de la Antigua, cantando jotas y seguidillas a la patrona de la ciudad.

En cada plaza, una moza asomada al balcón era rondada por petición de su enamorado, con el tradicional reparto de bollos y moscatel que luego realizaba la “maya” entre las rondas y el público.

En la Plaza Mayor la ronda tenía un mensaje especial para la nadadora paralímpica Marta Martínez, a quien las rondas de los mayos de Guadalajara quisieron cantar su enamoramiento por su tesón y superación, y por pasear el nombre de la ciudad por muchos rincones de España y el mundo.

Asomada a uno de los balcones del Ayuntamiento, esta deportista recibía emocionada el homenaje con una serenata llena de agradecimientos, y el obsequio de un ramo de flores por parte de la alcaldesa de Guadalajara, que al igual que otras personas del público, incluso se atrevió a bailar una jota junto a los danzantes de Wad All Hayara, en honor a esta campeona.

La ronda de los mayos, acompañada con buen ambiente por cientos de vecinos en todo su recorrido por el centro de la ciudad, acabó pasada ya la media noche, en el santuario de la Virgen de la Antigua, repleto de público, donde las rondas de Horche y Azuqueca, de manera conjunta, entonaron sus voces con cantos a la Virgen, patrona de la ciudad.