Ana Guarinos, acompañada por tres de los tenientes de alcalde del Ayuntamiento, Javier Toquero, Alfonso Esteban y Santiago López, ha hecho balance de los primeros 100 días del Gobierno integrado por la coalición PP-Vox. Un periodo que ha servido para propiciar “un cambio en las personas y en la forma de hacer política, un cambio en el fondo y en las formas. 100 días de trabajo en equipo, no sólo entre las personas que formamos el equipo de gobierno, también en colaboración y constante diálogo con los empleados municipales, los responsables de las contratas de servicios municipales, y la ciudadanía en general”, ha dicho.
Ha señalado que el 28 de mayo los guadalajareños votaron y pidieron cambio, en el fondo y en la forma de hacer política, dejando atrás la dejadez, el abandono y la arrogancia, abriendo la puerta a la eficacia y el rigor en la gestión, a la normalidad y a la humildad. “Y así hemos venido trabajando. 100 días de gestión, rigor, eficacia, constancia, compromiso y cercanía. 100 días de cambio. 100 días trabajando exclusivamente por Guadalajara, pensando exclusivamente en Guadalajara y mejorando la gestión en Guadalajara”, ha remarcado la alcaldesa.
Cambio de rumbo. Reiniciando Guadalajara.La primera edil ha insistido en que ha empezado a cambiar el rumbo de la ciudad. En que la palabra dejadez, abandono, era la que mejor definía la acción del anterior gobierno. “La dejadez lo inundaba todo. Preocupaba más la imagen de los miembros del gobierno que la de la ciudad”.
“Estos cien primeros días de gobierno han servido para poner orden político en la gestión municipal impulsando la limpieza, la seguridad o la convivencia, y desatascando asuntos básicos de la ciudad como son el transporte colectivo, la movilidad y el estacionamiento, el mantenimiento de parques y jardines, la Zona de Bajas Emisiones…asuntos primordiales que estaban encallados, cuando no abandonados, por el anterior Gobierno. El equipo que dirijo está consiguiendo ganar tiempo perdido, poner rumbo y recuperar la confianza y la ilusión de los trabajadores municipales, que tienen en nosotros, y nosotros en ellos, los mejores aliados, preparados y coordinados para hacer que la ciudad de Guadalajara avance de la manera que merece y necesita. Me siento muy orgullosa del equipo de personas que me acompañan en este mandado, y de los empleados municipales, están demostrando en tan solo cien días mucho más que otros en cuatro años. Durante estos cien días hemos visto a una ciudad y a la inmensa mayoría de los guadalajareños entregados, colaborando y participando en el quehacer diario y en lo que verdaderamente importa, y en diálogo permanente para llegar a los acuerdos que sean necesarios y evitar conflictos innecesarios. Una ciudad volcada en lo positivo, en avanzar y mejorar, para hacer de Guadalajara una ciudad modélica y ejemplar, referente y en la que la calidad de vida sea cada vez mejor”, ha señalado la alcaldesa.
100 días de un Gobierno responsable y de una Oposición irresponsable, destructiva y sin afán de colaboración ni de aportar nada.
También ha querido valorar el papel desempeñado durante este periodo por la oposición, especialmente por el Partido Socialista, “ha sido un arranque de mandato en el que la colaboración ha sido la nota característica, a excepción de la oposición, de la que no ha habido colaboración de ningún tipo, ni del alcalde saliente ni de ninguno de sus concejales. Hay quienes, tras cien días en la oposición, siguen sin asumir el relevo y la alternancia democrática en el ejercicio del poder, y siguen sin recuperar el norte. Ni colaboración, ni cortesía, tratando de asumir el papel que ya no les corresponde. Una oposición que simula ser Gobierno, jugando a cargos, inauguraciones y sillones, y desaparecida en el quehacer diario de la leal colaboración y del control serio y exhaustivo que se esperaría de ellos. Y un PSOE totalmente descabezado, tras el abandono parcial de Alberto Rojo y la huida de Sara Simón”.
Del partido socialista en el ayuntamiento ha dicho que “La oposición se ha dedicado durante estos 100 días a mentir. Una oposición que carece de liderazgo, quienes debían ejercerlo y dar la cara o están a medias o han decidido huir hacia adelante. A Alberto Rojo le quedó grande el gobierno de Guadalajara, 4 años de dejadez y fracaso en la gestión municipal. Ni supo estar a la altura de lo que su ciudad demandaba, ni ahora sabe estar donde los ciudadanos han decidido que esté, en la oposición. Le quedó grande la ciudad y le queda grande la oposición. La oposición lleva 100 días mintiendo en todo y demostrando carencia de liderazgo y de credibilidad”. Como ejemplos ha citado los puntos contra las agresiones sexuales, también conocidos como puntos violetas, negados reiteradamente y aún hoy por los socialistas de Alberto Rojo, pese a que ha habido más que nunca y menos agresiones que nunca, recordando que el año pasado hubo 5 supuestos pinchazos durante las Ferias y este año cero. También se ha referido a la solicitud por los socialistas de la Mesa contra la trata para fines de explotación sexual, de la que se han olvidado durante los cuatro años que han gobernado, ya que sólo se reunió dos veces, una en junio para su constitución y otra en julio de 2021. Y, como otro ejemplo de desfachatez ha citado la solicitud de aparcamientos en la calle de Julián Besteiro, aparcamientos que el PSOE de Rojo eliminó y que ahora pide que se pongan.
“En 4 años no tuvieron tiempo de hacer lo que ahora exigen que se haga en 3 meses”, ha afirmado la alcaldesa, añadiendo que “Durante estos primeros 100 días hemos sido respetuosos con decisiones que se habían tomado, aunque no nos gustasen. Hemos sido escrupulosos en las formas, aunque se haya querido hacer ver lo contrario. Hemos traído al ayuntamiento ganas, experiencia y trabajo, mucho trabajo. Hemos devuelto al Ayuntamiento la sensatez, la escucha, y la participación. Hemos eliminado la soberbia, la prepotencia y la altanería. Hemos recuperado el servicio público, la cercanía y la empatía. Hemos soportado deslealtades permanentes. Hemos encontrado un ayuntamiento sin proyectos, sin previsiones, sin metas”.
Ana Guarinos ha continuado exponiendo la situación municipal, manifestando que “En 100 días, hemos demostrado que había margen para hacer más, ¡con poco!
- Más limpieza: pensada, organizada y realizada.
- Más actuaciones y presencia policial: pensada, organizada y realizada.
- Más reparaciones y renovaciones: planificando y realizando mejoras”.
“Sabíamos que había mucho por hacer y poco hecho. Había que reiniciar Guadalajara. La Guadalajara viva que tanto pregonaban estaba herida. Bien herida. La Guadalajara viva estaba vacía y abandonada, sin nadie a cargo, sin nadie atendiendo. En la Guadalajara viva que pregonaba el socialismo de Alberto Rojo y Sara Simón estaba dejada a su suerte, solo que habían dejado la música puesta para que pareciese que había alguien. No se puede hacer menos por un gobierno en tanto tiempo. El equipo de Rojo y Simón estaba solamente en el día a día, ocurrencia a ocurrencia, tuit a tuit. Rojo y Simón estuvieron 1.300 días perdiendo el tiempo y cobrando el sueldo. Cobrando cuatro años para correr cuatro meses y no llegar a tiempo a nada. Como los malos estudiantes, dejar todo para el último día. Y así, fueron incapaces de terminar nada a tiempo. Ahora se disfrazan cada día de alcalde y lugarteniente, emulando ser quienes ya no son. Jugando a inauguraciones, estrenos y puestas en marcha de aquello que no hicieron y que nosotros estamos ejecutando. Un exalcalde que sólo conjuga verbos en primera persona. Créanme, lo digo con cierta pena, aquí estamos de paso en una prueba de relevos. Ser tan narcisista no es adecuado, ni lógico, ni saludable”, ha insistido.
También ha querido señalar la falta de compromiso del anterior equipo de gobierno con Guadalajara, en referencia a que en 100 días se ha visto como Rojo se marchaba al Congreso y su lugarteniente y número dos salía corriendo hacia la Junta, lo que ha calificado de “falta de compromiso con Guadalajara y falta de lealtad al votante”.
Finalmente ha hecho referencia a cuestiones puntuales, pero no por ello menos importantes, tales como la situación económica en la que Alberto Rojo ha dejado al Ayuntamiento, con pufos económicos por valor de cerca de 4 millones de euros y las cuentas públicas en negativo, con un desequilibrio de menos 9 millones de euros entre ingresos y gastos. También ha recordado el éxito en participación y seguridad, así como en diálogo y convivencia, durante las Ferias de 2023; el impulso que se le ha vuelto a dar al Deporte, recuperando el tiempo perdido durante los últimos cuatro años; el desatasco en contratación, que afecta a contratos y servicios esenciales como el del transporte colectivo; el impulso de parques y jardines y zonas verdes, así como la regulación de la ZBE; la mejora del servicio de limpieza y eliminación de grafitis; la atención de un servicio como el de cementerio, en el que Alberto Rojo no había previsto ni siquiera la necesidad de sepulturas para dar respuesta al mismo, pese a que sólo quedaban 11 y se demandan unas 4 al mes; el mantenimiento en general de las instalaciones municipales; o la ropa de las brigadas, que llevaban todo el año sin ropa de trabajo.
Así como el impulso a la Cultura, con mayúsculas y sin ideologización; al Mercado de Abastos, en cuyas negociaciones para sacarlo adelante se encuentran actualmente, tras 4 licitaciones fallidas del equipo de gobierno anterior; y a las mejorar en seguridad, ámbito que es prioritario para el actual equipo de gobierno.
Con respecto a los malos augurios, se ha demostrado, ha dicho que eran mentira también, refiriéndose al mantenimiento de concejalías como la de Igualdad, a la tolerancia cero contra la Violencia de Género, a la defensa de la diversidad y a la colaboración con todos los colectivos para hacer efectiva la igualdad.
Y también se ha referido a las buenas relaciones con todos los barrios y con los pueblos anexionados, así como con el resto de las Instituciones. En este sentido, ha afirmado que, en julio pidió una reunión con el presidente de la Junta, y que en breve se producirá; y también ha hecho alusión a la reunión para la que la próxima semana están emplazados el delegado de la Junta y ella misma, en ambos casos, para tratar asuntos y proyectos de competencia de ambas administraciones, la local y la autonómica.
“100 días es poco tiempo, pero mucho trabajo. Aunque nada comparable con lo que nos queda todavía por hacer”, ha concluido.