“El legado del vínculo inglés” retrata los lugares más emblemáticos de la Ciudad del Doncel
miércoles 22 de octubre de 2014, 11:30h
Crítica del libro de Pablo Muñoz, “El legado del vínculo inglés”
La ciudad de Sigüenza es muy socorrida para muchos escritores de nuestro país, sobre todo para aquellos que quieren basar sus tramas en la época medieval o sus personajes están relacionados con la temática religiosa. Esto es lo que ha realizado el escritor guadalajareño Pablo Muñoz en su obra “El legado del vínculo inglés”.
“El legado del vínculo inglés” es una novela amena de leer que narra la historia de Héctor Luján cuando llega a Sigüenza a comprar una casa familiar y descubre un antiguo secreto que cambiará su vida durante las próximas semanas. Es un libro con tintes históricos que nos da una idea de la historia de los famosos Templarios, un tema muy recurrente en la literatura de los últimos años.
No obstante, lo que más llama la atención de este libro para los residentes tanto en Sigüenza como en la provincia de Guadalajara son las numerosas menciones que realiza a la Ciudad del Doncel, así como a la comarca, sobre todo al principio de la novela.
El protagonista va a comer un rico asado a uno de los restaurantes que mejor preparan este plato en la comarca, el establecimiento “La Cabaña”, que se encuentra entre Sigüenza y Palazuelos. También describe otros establecimientos como el bar Atrio, que se encuentra enfrente de la Catedral, el famoso Parador o el restaurante El Motor, que actualmente está cerrado. Otro bar que han cerrado en los últimos tiempos y que el protagonista visita en el libro es la taberna “La Marina”, que se encontraba en las travesañas de Sigüenza.
En determinados momentos nos damos cuenta que el autor conoce bastante la villa seguntina, ya que en una conversación su jefe llama pueblo a Sigüenza y él le corrige señalándole que es ciudad, algo que ocurre mucho cuando hablas con los habitantes de esta localidad. Otro detalle, que cabe resaltar del libro es que conoce como se denomina la zona de copas de Sigüenza, la “Senda de los Elefantes”, incluso el protagonista sale un día de fiesta con gente de la ciudad.
El protagonista no sólo se mueve por la Ciudad del Doncel, también conoce algunas de sus pedanías como Horna y Palazuelos y siguiendo su investigación se acerca hasta Hita para visitar el Santuario de Nuestra Señora de Sopetrán y va a comer un rico asado a Cogolludo.
Gran parte del libro se desarrolla en el seminario de Sigüenza y en todo momento se observa la relación que tiene la ciudad con el clero, incluso hay un tiempo que el protagonista se aloja en este seminario y llega a tener contacto con el obispo.
Asimismo, en el libro también se recuerda la festividad de la Ciudad que se celebra el 22 de enero en honor a San Vicente, fecha de la Reconquista de Sigüenza. Hoy en día se encienden grandes hogueras para recordar este dato histórico.
Por todo ello, recomiendo encarecidamente la lectura de esta novela de apenas 300 páginas que se lee muy fácilmente y que nos transporta aunque sólo sea un poco a esta hermosa ciudad que es una de las más visitadas de Castilla-La Mancha y una joya para todos los seguntinos y guadalajareños.