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Ciento veinte años de historia del ICOMGU resumidas en un libro conmemorativo
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Ciento veinte años de historia del ICOMGU resumidas en un libro conmemorativo

El libro es obra del investigador José Antonio Martínez Pérez, quien ha trabajado de manera voluntaria durante varios años para escribir este libro

jueves 21 de enero de 2021, 12:00h
Los ciento veinte años de historia del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Guadalajara han sido resumidos por el Dr. José Antonio Martínez Pérez, médico jubilado e investigador, en un completo volumen de cerca de trescientas páginas en el que se ven reflejados los principales hitos de la historia colegial.

Según cuenta el autor, la idea de escribir un libro sobre la Historia del Colegio de Médicos de Guadalajara surgió al comprobar que una institución tan importante en la vida de la ciudad de Guadalajara iba a cumplir 120 años en 2020 y sin embargo, no contaba con un relato de su creación y desarrollo: “pensamos que era necesario que los colegiados y la población interesada tuvieran conocimiento de los avatares que marcaron su trayectoria. En este sentido, queremos agradecer a la Junta Directiva del ICOMGU y a su presidente la gran acogida que tuvo nuestro proyecto”.

A través de las primeras páginas de este documento el lector conocerá el origen de la institución colegial, que comenzó el 15 de octubre de 1899 en unas primeras elecciones a la Junta de Gobierno que se celebraron en la planta baja de la Diputación provincial. Su constitución se oficializó el 21 de febrero de 1900, siendo su primer presidente D. Miguel Mayoral y Medina. Ya en aquel entonces se fijaron los fines primordiales del Colegio de Médicos: organizar, regular y reglamentar a los médicos, por un lado y defender sus intereses, por otro. En esta primera etapa destacó la aparición del primer Boletín Colegial, la reorganización de los partidos médicos, la lucha contra el intrusismo y la creación de una organización para proteger a las viudas y huérfanos de los compañeros fallecidos.

Según descubrimos en el libro, este periodo duró solamente cuatro años, debido fundamentalmente a la publicación por parte del Gobierno de la Instrucción General de Salud Pública en 1903, que en su artículo 85 convirtió la colegiación en voluntaria, lo cual hizo que descendiera en gran número la misma.

Fue en julio de 1917 cuando se reactivó la vida colegial, con la llegada de la colegiación obligatoria (capítulo cuarto del RD de 28 de mayo de ese mismo año). El primer presidente tras esta reanudación colegial fue D. Rafael de la Rica Albo, médico muy conocido y apreciado en Guadalajara, no solo por sus cualidades profesionales sino también por las humanitarias. En este periodo se publicó el primer reglamento interno del Colegio y se adquirió la primera sede colegial, sita en el número 22 de la calle Museo (actual calle Dr. Benito Hernando).

A partir de ese momento, el devenir colegial estuvo marcado por distintos asuntos: “La vida del ICOMGU estuvo enfocada fundamentalmente a enfrentarse a los variados asuntos que iban surgiendo, desde las cuestiones de la propia economía, el local donde residir, el personal administrativo, etc, pasando por los problemas de los médicos, como la tributación, el Seguro Médico, la defensa de sus reivindicaciones y su seguridad, la vivienda del médico rural y su libranza, la protección de las viudas, huérfanos, inválidos y jubilados, así como velar por la formación profesional y el mantenimiento y actualización de sus conocimientos”.

Además, este trabajo de investigación relata cómo la situación política de cada momento afecto a las directrices del ICOMGU e incluso a su composición, sobre todo durante las épocas de dictadura: “en la de Primo de Rivera, se eliminaron todas las organizaciones creadas por los médicos (Sindicatos y Federaciones) y se recortó el poder de los Colegios al supeditar sus decisiones, en última instancia, al Ministerio de Gobernación. En la de Franco, todos los miembros de la Junta Directiva, así como los de la Juntas Provinciales eran nombrados por el Gobernador Civil. El poder prácticamente absoluto, lo tenía el Presidente del Consejo General de Colegios Médicos que a su vez era persona de gran confianza del Régimen”.

Esta exhaustiva historia del ICOMGU recoge también la incorporación de la mujer en la vida colegial, que se produjo de manera tardía en comparación con otras provincias: “La primera mujer que se colegió en Guadalajara fue Doña María de los Ángeles Anibarro Martínez, concretamente el 24 de Junio de 1941 y ejerció en Luzaga. La primera que ocupó un cargo directivo fue Doña Mercedes Gironza Solanas, en enero de 1964, como vocal representante del Cuerpo de Médico de Sanidad y la primera (y de momento la única) que fue Presidente del Colegio, fue Doña Alicia Fernández de Peñaranda Cervantes en 2016.” Actualmente, 6 de los trece miembros de la Junta Directiva son mujeres (5 vocales y la vicesecretaria) y número de colegiados femeninos y. masculinos está prácticamente igualado.

Sobre el libro.-

Este libro ha sido editado por AACHE Ediciones y se encuentra disponible para su consulta tanto en el Archivo Provincial como en la Biblioteca Pública. Además, ha sido puesto a disposición de los médicos colegiados, quienes ya han comenzado a retirarlo de las dependencias colegiales. En un principio se planteó una presentación oficial de este trabajo, vinculándolo a los actos conmemorativos relacionados con el 120 Aniversario del ICOMGU, celebraciones que fueron suspendidas con motivo de la irrupción de la pandemia de Covid-19 en nuestro país.

Sobre el autor.-

José Antonio Martínez Pérez cursó la carrera de Medicina en la Universidad de Salamanca. Es Doctor en Medicina por la Universidad Complutense de Madrid, Especialista en Medicina Familiar y Comunitaria, Master en Salud Pública, Diplomado en Sanidad, fue tutor de Medicina de Familia y Profesor Asociado de la Facultad de Medicina de la Universidad de Alcalá de Henares. Autor de más de setenta publicaciones científicas y de más de cuarenta comunicaciones y ponencias en congresos tanto a nivel nacional como internacional.

En el campo de la investigación científica le concedieron el premio Beltrán Baguena (área clínica), al mejor artículo original publicado en la Revista Española de Geriatría y Gerontología en el año 2000, el premio de investigación del Complejo Hospitalario de Albacete, modalidad Salud Pública, en 2001 y el primer premio FISCAM de investigación, modalidad Salud Pública, en 2010. También obtuvo el premio (accesit) de investigación histórica “Manuela Soto Foira” de Chiloeches.

Fue miembro de la Comisión Nacional de Medicina de Familia, órgano dependiente del Ministerio de Sanidad; de la Comisión de Investigación del Hospital Universitario de Guadalajara; de la Junta Directiva nacional de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN) y de la
Federación de Asociaciones Científicas Médicas Españolas (FACME), ocupando en esta última los cargos de Secretario y Tesorero.

Profesionalmente trabajó como Médico de Familia en Bustares, Chiloeches y el Centro de Salud “Guadalajara-Sur”.
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