Ha tenido que ser en Madrid, cómo no, donde Emiliano García-Page ha hecho pública su intención de presentarse a las primarias en Castilla-La Mancha de donde saldrá el candidato socialista que se enfrentará a María Dolores Cospedal para gobernar la región tras las próximas elecciones autonómicas. Y yo, personalmente, me alegro mucho de que Page haya dado este paso (aunque podría haberlo dado en Cuenca, donde va mucho, o en Ciudad Real o incluso en Toledo, aunque por ahí va menos).
Me alegro mucho porque creo firmemente en la regeneración política, en la savia nueva y en las ideas frescas. Y a Page, que estará entre los políticos que más tiempo lleva agarrado a la poltrona en este país, que ya es decir, hay que decírselo bien clarito en las urnas: la regeneración del PSOE con usted al frente es sencillamente imposible, forma parte del núcleo duro (Bono y Barreda) que arruinó a esta región y ha demostrado durante la travesía en la oposición que lo único que le mueve en política es el interés personal, exponenciando además partidos radicales de izquierda que les pueden hasta adelantar. Esto que piensan muchísimos ciudadanos lo podrán expresar en las urnas y, que quieren que les diga, me parece fabuloso.
Evidentemente, a Page le ha costado mucho dar este paso. En realidad, no creo que trate de un paso voluntario sino más bien un tropezón propiciado por un empujón de sus propios compañeros. El PSOE regional, ese ente abstracto en el que si se mira bien hay caras, nombres y apellidos que manejan todo el cotarro, sabe muy bien que las próximas elecciones autonómicas las tiene perdidas y el candidato que presente es, de antemano, un cadáver político al que luego el partido premiará con un escaño. Como siempre.
A partir de ahora, una vez que se celebren las primarias y las gane (les aseguro que nadie le hará sombra en esas primarias porque el PSOE quiere que Page se estrelle) podrá explicar a los ciudadanos por qué su partido en el Gobierno dejó 2.900 millones de euros de deuda en educación, 5.000 millones de deuda en sanidad y 4.000 millones de euros de deuda a proveedores. Él estaba en el ajo y es culpable y si empieza mirando hacia otro lado, ahora que va ser candidato, mejor que ni se presente.
Si (
No(
