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Clemente.
Clemente.

Novilleros y ganadero, por la puerta grande de La Isla en la primera de abono

miércoles 22 de octubre de 2014, 11:30h

Juan Ortega (tres orejas), Filiberto (dos orejas) y Clemente (tres orejas), salieron a hombros del coso ribereño, como también lo hizo el ganadero, Gabriel Rojas, a petición del público, y con la venia del presidente de la novillada, el alcalde de Trillo, Francisco Moreno.

Extraordinaria tarde de toros la que se vivió ayer en La Isla de Trillo, en la que no falló nada, ni los toros, ni los novilleros, ni el público, puesto la que la plaza presentaba ayer una buena entrada. Los tres espadas, Juan Ortega (tres orejas), Filiberto (dos orejas) y Clemente (tres orejas), salieron a hombros, como también lo hizo el ganadero, Gabriel Rojas, puesto que todos los astados, además de bien presentados, mostraron su clase en el último tercio. Acompañando a las autoridades locales y al presidente de la corrida, el alcalde de Trillo, Francisco Moreno, estuvieron el subdelegado del Gobierno en Guadalajara Juan Pablo Sánchez, y el director de Telecomunicaciones de la Junta, Daniel Martínez Batanero.

El primero en salir después de sonar los clarines fue Juan Ortega. El diestro sevillano, oriundo de Checa, calcó su actuación del año pasado, pleno de ganas ante su ya cercana alternativa en Pozoblanco (Córdoba) el próximo día 27 de septiembre, en la feria de Nuestra Señora de las Mercedes.

A su primero, un novillo encastado de nombre Lindero, le hizo una faena de menos a más. "El año pasado, la de Trillo fue una de las tardes que más disfruté de toda la temporada. Tuve la suerte de dar muerte a un lote excepcional, precisamente de esta misma ganadería, así que la ilusión con la que venía a Trillo era enorme", decía el chaval nada más estoquear a su enemigo. Sobre los detalles de la faena, el sevillano afirmó que le había costado un poco cogerle la altura, "porque pensaba que andaba justo de fuerzas y he intentado aliviarlo por arriba, pero me enganchaba la muleta. Antes de bajarle la mano, he sacado un par de tandas que no han tenido la emoción suficiente, pero luego si han salido muletazos de sentimiento ante un novillo que no era fácil, pero que me ha hecho sentirme torero". El diestro mató de una buena estocada, que sin embargo necesitó descabello. Recibió una oreja del alguacilillo, Valentín Batanero.

En su segundo, de nombre Chicharrillo, el chaval se vino arriba. "He disfrutado mucho delante del toro, me he roto con él. He notado que la gente de Trillo me quiere. Es bien sabido por todos los profesionales que en La Alcarria hay una afición tremenda, y se nota en la plaza. Este público sabe reconocer el animal que tienes delante, y perciben inmediatamente cuando el torero está entregado, y cuando no lo está. Son aficiones duras, pero que da gusto encontrarte en la Plaza", valoraba después de dar la vuelta al ruedo con sus las dos orejas de Chicharrillo. Sobre su próxima alternativa el todavía novillero decía que "ser torero es el sueño de mi vida. Desde el día que me lo dijeron, me considero el hombre más feliz del mundo. Luego dios dirá, y será lo que los toritos quieran", decía emocionado por los aplausos del público y por su entrega al toro.

A la tercera fue la vencida. Filiberto se ha sacado hoy la espina que tenía clavada en Trillo, después de cuajar excelentes faenas en dos tardes anteriores, que no habían recibido premio, por haber fallado a espadas el de Calasparra. Además, esta misma temporada, en la Feria Chica, el novillero no pudo torear en La Isla debido a una cogida de última hora. Todo eso quedó olvidado ayer, porque Filiberto ha estado importante, haciendo quizá lo mejor que se pudo ver en toda la tarde. En su primero, de nombre Ramillito, ha estado soberbio con la muleta, que su enemigo no tocó ni una vez. "El novillo ha embestido bien, lo ha toreado muy bien, con dos o tres tandas de naturales con la izquierda sobresalientes, pero lo ha matado mal. Es una pena, porque se le han ido las dos orejas con el estoque. Cuando no se mata, los trofeos no vienen", decía su apoderado, Gonzalo González. El matador, que sabía lo que había perdido, estaba tremendamente disgustado al terminar su faena, después de matar de una buena estocada, pero a la tercera.

Sin embargo el chaval se repuso admirablemente en su segundo, que llevaba por nombre Afeitador, cuajando por fin un faenón en Trillo. "Ha dejado al toro sin picar, porque le ha visto detalles de que podía romper, como así ha sido. Luego ha sido Filiberto el que lo ha roto en la muleta. Le ha hecho una faena importantísima con las dos manos, y luego lo ha matado admirablemente", valoraba González que desveló que su pupilo toreará en Madrid el año que viene. El de Calasparra estaba feliz. "Estoy muy contento con la faena desde el principio hasta el fin. Tenía ganas de mostrarle a esta afición las dos orejas de un toro en mi mano, y por fin lo he conseguido. Estoy muy agradecido a Trillo, un público extraordinario con los toreros. En los primeros tercios, el novillo ha mostrado complicaciones, pero luego, cuando se ha centrado, ha sacado un fondo muy bueno con la muleta, embistiendo muy despacio. Me he sentido feliz ahí delante, y creo que a la gente le ha llegado arriba", decía el chaval. Varios aficionados veteranos le pidieron una foto a Filiberto, porque "aquí hay un torerazo".

Clemente, de Burdeos, Francia, hizo una faena meritoria a su primero, Cumbretillo, en la que se sintió muy a su gusto. "Le ha faltado algo de fuerza, pero tenía muchas cualidades", decía tras matar a su primero a la segunda y lograr una oreja. El que cerraba plaza, Aguanerillo, "ha sido un poco parado con la muleta, pero he dado todo lo que tenía para transmitir al público lo que llevo dentro", terminaba el francés. Mató a la primera con una estocada soberbia, que le valió las dos orejas. Los tres novilleros y Gabriel Rojas salieron a hombros por la puerta grande.

 

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