El PSOE que viene, es decir, Eduardo Madina o Pedro Sánchez, va a tener que abrir las ventanas durante mucho tiempo en la calle Ferraz para que se ventile bien y empiece por fin a correr el aire. Aún huele a Zapatero y ese olor no es, electoralmente, bien recibido. Después de darle uso al ambientador, la nueva ejecutiva que salga del Congreso tendrá que lidiar con sus compañeros en las distintas comunidades autónomas y en Castilla-La Mancha se van a encontrar, como en casi todas, un PSOE totalmente dividido, fragmentado y sin liderazgo.
El secretario general del PSOE y a veces alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, no ha querido desvelar sus preferencias para no favorecer a ningún candidato, viniendo a darse importancia sin caer en que quizás su influencia sea mínima, por no decir que no influye nada. Lo dijo, me parece, el mismo día que anunció que la Secretaría General de su partido le viene grande pero como Emiliano es perro viejo y lleva en política toda su vida (viva la regeneración), supo guardarse la ropa y al estar calladito y sin hacer nada puede que le caiga algo o le dejen seguir como está, que no sería poco. Virgencita Virgencita....
García-Page, sin embargo, no debería dormirse en los laureles. Hasta ahora han sido pocos los socialistas que han definido su postura hacia uno u otro candidato aunque parece que una vez conocidos los avales, empiezan a salir como setas. Una de estas setas ha sido el alcalde de Cuenca, Juan Ávila, que se ha mantenido calladito hasta que ha visto la ocasión perfecta para decantarse, como militante, dice, por Pedro Sánchez, el candidato "que mejor representa el cambio que necesita el PSOE". El primer edil conquense, toda la vida en política (viva la regeneración), sabe que hoy por hoy no saldría reelegido en Cuenca. Su gestión es prácticamente nula y lo poco que ha hecho lo ha hecho mal. Tal es su situación que muchos socialistas creen que la salida más honrosa que tiene en estos momentos es dejar Cuenca y buscar (o que le busquen) un puesto en Madrid.... Eso o intentar ser el cartel electoral del PSOE en las regionales ya que tendría garantizado el sueldo cuatro años más si actúa como portavoz. En Cuenca, si pierde las elecciones a la Alcaldía, su sueldo dependería del nuevo Equipo de Gobierno que no parece que vaya a ser muy generoso viendo cómo trata él ahora al PP.
El tiempo ya no juega a favor del PSOE y Page, como secretario regional, debería empezar a medir bien las jugadas porque queda menos de un año para las elecciones autonómicas y los socialistas aún no tienen candidato.... Aunque puede que al final lo que les sobre sea, precisamente, candidatos.
Si (
No(
