62 oficinas de CaixaBank en Guadalajara se movilizan para facilitar el consumo de leche a familias desfavorecidas

La Obra Social “la Caixa” y la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL) amplían, en su segunda edición, la campaña Ningún niño sin bigote, centrada en la recogida de leche en favor de familias en riesgo de exclusión social. Si el año pasado la recogida se realizó mediante los microdonativos altruistas de miles de ciudadanos españoles y alcanzó el millón de litros, este año del 9 al 20 de mayo, los ciudadanos también pueden entregar briks de leche en las 62 oficinas de CaixaBank de Guadalajara (5.239 en toda España).

Asimismo, a partir de hoy y hasta el 15 de julio también será posible hacer aportaciones electrónicas en la página Microdonativos de “la Caixa” o enviando un SMS con la palabra «LECHE» al 28024. La Obra Social “la Caixa” pone a disposición de la campaña todos sus cajeros automáticos y canales electrónicos para las donaciones económicas: portal de “la Caixa”, Línea Abierta, CaixaMóvil y cambio de Puntos Estrella. Igualmente, es posible hacer una aportación en www.granrecogidadeleche.es.

En la actualidad, la FESBAL atiende a 8.000 personas en Guadalajara -1,7 millones en España, 350.000 de ellos, niños- que tienen dificultades para acceder regularmente al consumo de alimentos básicos para una dieta equilibrada como la leche. Ante esta problemática, en el marco del acuerdo entre la entidad y la FESBAL, la Obra Social ”la Caixa” pone en marcha la recogida con una primera donación de 50.000 litros de leche y una aportación adicional de un litro por cada diez litros recogidos.

Para llevar a cabo la recogida y la posterior distribución de la leche, se contará con la ayuda de los voluntarios de “la Caixa”, que aportarán parte de su tiempo para hacer llegar los donativos a la entidad más cercana de las 51 que son beneficiarias del banco de alimentos de Guadalajara.

La leche, producto fundamental en una dieta equilibrada
A pesar de que, desde su creación, la FESBAL ha ido incrementando año tras año la cantidad de alimentos recogidos, sigue habiendo escasez. Aunque la leche es uno de los productos más solicitados por las entidades sociales que atienden a colectivos en riesgo de exclusión, no se logra cubrir la demanda existente. El año pasado, los bancos de alimentos distribuyeron 24 millones de litros de leche, pero considerando un consumo ideal de un litro por persona y semana, se estima que se necesitan 59 millones anuales más.

La leche supone una fuente importante de proteína, energía, grasa, minerales y vitaminas, pero además contiene una amplia serie de compuestos que juegan un papel fundamental en el crecimiento y el desarrollo. En el caso de los niños, pasados los primeros años, se recomiendan 2 ó 3 raciones diarias de lácteos que se aumentarán a 3 ó 4 raciones durante la fase de rápido crecimiento de la adolescencia.

Como explica Gregorio Varela Moreiras, Catedrático de Nutrición y Bromatología en la Universidad CEU San Pablo y Presidente de la Fundación Española de la Nutrición, “una disminución en el consumo de leche recomendado, de un mínimo de un litro por persona a la semana, compromete el cumplimiento de los requerimientos nutricionales, fundamentalmente entre los grupos más vulnerables, como los menores, mayores, o en diferentes situaciones fisiológicas especiales”.

Además, el catedrático recuerda que la leche “contiene proteínas de alto valor biológico para un adecuado desarrollo infantil, habiendo una relación evidenciada científicamente entre consumo de leche y estatura física en niños y adolescentes”, e igualmente destaca que “es la principal fuente dietética de calcio, y no sólo por su elevado contenido, sino también por su alta biodisponibilidad, es decir, capacidad real de utilización del nutriente en el organismo, y contribuye de manera interesante a corregir deficiencias de otros nutrientes como la vitamina D y el hierro”.

En personas mayores, en niños y adolescentes y, sobre todo, en lactantes que no pueden ser alimentados con lactancia materna, la leche, o mejor dicho su equivalente, las fórmulas lácteas, constituyen un alimento insustituible. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) apunta que, de media, un vaso diario de 200 mililitros de leche de vaca proporciona a un menor de 5 años el 21 % de sus necesidades de proteínas y el 8 % de calorías y nutrientes.