Con gran pericia y decisión; apostando por el conocimiento y acoplándose a la necesidad de reinventarse que impone la coyuntura económica actual. De este modo afrontan su formación los diez alumnos del nuevo taller de empleo sobre actividades auxiliares de almacén aprobado por la Consejería de Empleo y Economía y promovido por el Ayuntamiento de Cabanillas del Campo, que inició recorrido el 1 de junio y lo concluirá el 30 de noviembre. Álvaro Valmaseda dirige el proyecto y Miguel Prieto ejerce como monitor; ambos curtidos en el mundo de la formación y la logística que acumulan en sus currículum cientos horas de profesionalidad y experiencia.
Frente a ellos, una decena de 'estudiantes-trabajadores' –nueve mujeres y tan solo un varón de 37 años en adelante– bien compenetrados y con las ideas muy claras: armarse de las capacidades necesarias para forjarse un futuro en uno de los sectores prioritarios del Corredor del Henares. "Este es el único taller de empleo relacionado con la logística que se está llevando a cabo en la actualidad en Guadalajara. Creemos que es un proyecto muy importante y que puede arrojar cifras de inserción laboral muy elevadas", vaticina esperanzado Valmaseda.
A favor del pronóstico juega la 'sed de conocimiento' de los alumnos y la formación eminentemente práctica que propone el taller de empleo, con 210 horas para completar el itinerario que 'conduce' al certificado de profesionalidad de Nivel 1, otras 630 de prácticas en empresas y 120 más de actividades complementarias. En concreto, los participantes en el taller aprenderán a realizar las operaciones auxiliares de recepción, colocación, mantenimiento y expedición de cargas en el almacén, preparar pedidos de forma eficaz y eficiente y manipular cargas con carretillas elevadoras.
En esas están ahora mismo los alumnos, con jornadas de ocho de la mañana a tres y media de la tarde para ejercitarse en el manejo de cualquiera de las máquinas que encontrarán en un almacén logístico. La experiencia la están adquiriendo en el Centro de Formación que la empresa N-II tiene en el polígono del Henares, 'pilotando' hasta ocho carretillas de última generación que a diario ponen a prueba la precisión, destreza y serenidad de los participantes. "Estas son las condiciones esenciales para hacer bien un trabajo donde lo más importante es la habilidad y la tranquilidad frente a los mandos", apostilla Miguel Prieto. Y certificando que en esto vale más la maña que la fuerza, es destacada la ausencia de diferencias entre el aprendizaje de las alumnas frente a su único compañero varón. "Subidos a una máquina no hay ninguna diferencia de sexo", incide el director del taller.
El viernes 27 concluirá esta parte del proyecto –que además de la obtención del carnet de carretillero permitirá a los alumnos familiarizarse con los sistemas de radiofrecuencia–, regresando después a las aulas habilitadas en el Centro Joven de Cabanillas para completar la formación teórica. La intención de los responsables del taller pasa por completar temario lo antes posible para que los alumnos comiencen sus prácticas en empresas de manera inmediata, experiencia esencial para cumplir sus aspiraciones de insertarse en el mercado laboral. "Creemos que los diez alumnos van a salir muy bien formados y preparados para desempeñar un trabajo con el que, salvo en dos casos, no tenían conocimiento previo", indica Álvaro Valmaseda. Y en esa capacidad de reinventarse radica otro de los valores añadidos del alumnado del nuevo taller de empleo de Cabanillas del Campo, que espera agotar el año multiplicando las oportunidades laborales de otros diez de sus vecinos.