Tres generaciones de parejanos conviven en torno a las tradiciones del Día de Los Santos

Pareja vivió una entrañable celebración del Día de Todos los Santos. Casi medio centenar de niños y niñas se esmeraron por terminar sus “terroríficas” calabazas. Sus abuelos habían seleccionado de entre las de sus huertos aquellas que tenían las formas más fantasmagóricas. Además, habían explicado cómo se trabajan las caras y les habían contado viejas historias de cómo tapaban la cerradura de la puerta de la abuela, que entonces era sólo su novia.

Todas quedaron expuestas en la Plaza Mayor de la localidad, donde fueron ampliamente comentadas y fotografiadas. “Los niños hicieron un derroche de imaginación, y lo mejor de todo, una actividad que supone cada año un intercambio cultural generacional entre padres, hijos y nietos aquí, en nuestro pueblo, en Pareja”, valora María Tierraseca, concejala de Festejos.

Además, la exhibición de calabazas se convirtió también en un pase de disfraces, de niños y mayores. Todos los niños participantes recibieron un detalle por parte del Ayuntamiento, en forma de gominolas.

Y, justo a continuación, tenía lugar la degustación de puches en la que quienes se acercaron a la sede de la Asociación de Mayores pudieron probar estas gachas dulces. Fueron catorce los reposteros y reposteras parejanos que las prepararon. El Ayuntamiento entregó una figurita de cerámica perfumada a cada uno de los cocineros y cocineras. “En nuestras celebraciones populares siempre buscamos recuperar las tradiciones de nuestro pueblo, que no se pierdan y además lo hacemos transmitiéndoselas al tesoro de Pareja, que son sus niños. Las actividades que se organizan con motivo de la celebración del día de Los Santos son un magnífico exponente del diálogo intergeneracional, siempre tan necesario”, termina Javier del Río, alcalde de Pareja.