El Ayuntamiento de Guadalajara ha lanzado la iniciativa “Menores ni una gota” para prevenir el consumo de alcohol en menores, destacando la importancia de la educación y la comunicación entre padres e hijos. En un evento celebrado en el Teatro Auditorio Buero Vallejo, se abordaron preocupantes estadísticas sobre el consumo de alcohol entre adolescentes y se ofrecieron pautas prácticas para que las familias puedan afrontar este tema. La psicóloga Rocío Ramos enfatizó la necesidad de establecer límites claros y fomentar un ambiente de apoyo. Con más de 90.000 familias formadas, el programa busca crear conciencia sobre los riesgos del alcohol en el desarrollo juvenil. La prevención es considerada una responsabilidad compartida por toda la comunidad.
La Sala Tragaluz del Teatro Auditorio Buero Vallejo fue el escenario del primer encuentro titulado “Menores ni una gota”, un evento diseñado para sensibilizar a familias y educadores sobre la crucial tarea de prevenir el consumo de alcohol en menores de edad. Esta iniciativa, promovida por el Ayuntamiento de Guadalajara en colaboración con Espirituosos España, contó con la participación destacada de la psicóloga Rocío Ramos, reconocida por su labor en el programa Supernanny y su compromiso con la educación emocional infantil.
El concejal de Salud e Infancia, Roberto Narro, inauguró la jornada subrayando que proteger a los menores del consumo prematuro de alcohol es una prioridad para el Ayuntamiento. Narro destacó que la alcaldesa Ana Guarinos se unió en marzo de 2025 a la Red “Menores ni una gota”, impulsada por la Fundación Alcohol y Sociedad junto a Espirituosos España.
Narro enfatizó que “la mejor forma de prevenir es educar, escuchar y actuar desde el cariño, pero también desde la firmeza”. Afirmó que cada conversación cuenta y que cada familia tiene un papel importante en esta lucha. Sin embargo, advirtió que, a pesar de las mejoras en algunos datos, el consumo sigue siendo preocupante: el 75,1% de los adolescentes entre 14 y 18 años ha probado el alcohol alguna vez, y seis de cada diez han experimentado una borrachera. Lo más inquietante es que la mitad de estos jóvenes no percibe riesgo al consumir varias copas durante el fin de semana, ignorando los efectos perjudiciales sobre su cerebro en desarrollo.
María Méndez, secretaria general de Espirituosos España, aportó una perspectiva positiva al señalar que los jóvenes están bebiendo menos y son más conscientes de los riesgos asociados al alcohol. No obstante, insistió en que la prevención sigue siendo fundamental y mucho más rentable que enfrentar las consecuencias futuras del consumo.
Méndez resaltó la influencia crucial que tienen padres, profesores y otros adultos en este proceso. Animó a las familias a involucrarse activamente, mencionando que más de 90.000 familias han recibido formación y acceso a materiales útiles para prevenir el consumo de alcohol gracias a estas iniciativas.
La intervención principal estuvo a cargo de Rocío Ramos, quien ofreció estrategias prácticas para que padres y madres aborden la prevención mediante una comunicación efectiva. Subrayó la importancia de escuchar sin juzgar e invitar a los hijos a hablar abiertamente sobre sus experiencias, reconociendo la presión social que pueden sentir.
Ramos también destacó la necesidad de establecer límites claros respecto al consumo de alcohol y ser firmes en las reglas. Explicó los riesgos asociados al alcohol para el desarrollo cerebral, así como sus efectos negativos sobre la memoria y el aprendizaje. La seguridad debe ser siempre prioritaria, sugirió ofrecer alternativas divertidas sin alcohol y recordó que decir “no” no es un signo de debilidad, sino un acto valiente.
A lo largo del encuentro se distribuyó entre los asistentes la guía titulada “¿Por qué hablar de alcohol con mi hijo?”, diseñada para ofrecer consejos prácticos a las familias. El evento culminó con un mensaje unánime entre todos los presentes: la prevención es responsabilidad compartida. De este modo, el Ayuntamiento de Guadalajara reafirma su compromiso con la salud y bienestar tanto de niños como adolescentes.
| Cifra | Descripción |
|---|---|
| 75,1% | Adolescentes de 14 a 18 años que han consumido alcohol alguna vez en su vida. |
| 60% | Adolescentes que se han emborrachado alguna vez. |
| 50% | Adolescentes que no perciben riesgo en consumir cuatro o cinco copas durante el fin de semana. |
| 90.000+ | Familias formadas y que han accedido a materiales para prevenir el consumo de alcohol. |