El líder de la oposición no ha tenido tiempo suficiente en cuatro años para decidir si plantará cara a Cospedal
A Emiliano García-Page cuatro años le deben parecer poco. Prácticamente en todo este periodo, una legislatura completa, no ha tenido tiempo de pensar y decidir si plantará cara a María Dolores Cospedal en las próximas elecciones autonómicas y tampoco, como heredero de José María Barreda al frente del PSOE regional, ha podido cohesionar un partido profundamente dividido tras su derrota electoral tanto en las municipales como en las autonómicas, las nacionales y las europeas, que evidencia que desde que está al frente todo va peor.
El Debate sobre el Estado de la Nación ha dejado claro, por si alguien tenía alguna duda, que en Castilla-La Mancha en estos momentos María Dolores Cospedal no tiene rival. Por desgracia para la democracia, el PSOE no ofrece garantías y sus continuas ocurrencias y pataleos (número de diputados, sueldos...) han abierto una brecha enorme entre el partido y la ciudadanía, por lo que hay muchos que temen que en algunas provincias sea sobrepasado por una izquierda más radical como la hipotética alianza entre IU y Podemos.
Precisamente ha sido ahora, tras el Debate, cuando Page alza la voz para contarnos que decidirá si se presenta cuando haya mantenido "una ronda de contactos". No dudo de que haya colectivos que quieran reunirse con él, pero habrá que ver si estos colectivos figuran entre la larga lista a los que su PSOE les dejó una deuda millonaria y su existencia en manos de otro Gobierno que tuvo que pagar lo que no había gastado. ¿Les pedirá perdón?
Dice Page que de presentarse, le moverá más una motivación moral que electoral. La misma motivación que hace tres años empujó a una gran mayoría de castellano-manchegos a decir ya basta al PSOE. ¿Y esa moral de la que habla es la que le ha llevado estos años a buscar acomodo en Madrid y pensar en Castilla-La Mancha como la última oportunidad de seguir en política?
Para Emiliano García-Page, sí, cuatro años son poco. Para los toledanos que han sufrido la mayor carga fiscal de toda España, los cuatro de años de Page han sido toda una eternidad.