El Aula de Arte de Sigüenza Universitaria se dedicó al patrimonio cultural de Sigüenza en el Año Europeo del Patrimonio Cultural
En dos sesiones que se celebraron en jornada de viernes 25 a las ocho de la tarde en la Hospedería de Porta Coeli, y el sábado 26 por la mañana, callejeando por el centro histórico seguntino
sábado 02 de junio de 2018, 13:08h
A lo largo de la hora y media que duró la primera sesión, Pilar Martínez Taboada, directora del Aula y cronista oficial de Sigüenza, analizó, ilustrándolos con más de cien imágenes, los diversos tipos de patrimonio que forman parte del patrimonio cultural. La docente puso ejemplos significativos del patrimonio artístico, arquitectónico, urbanístico, arqueológico, documental, bibliográfico, etnológico e inmaterial de la ciudad del Doncel.
La primera parte de su conferencia se centró en el patrimonio arquitectónico. Martínez Taboada destacó el protagonismo que tiene en 2018 uno de sus ejemplos claves, la catedral, que celebra el 850 aniversario de su consagración para el culto divino por parte del obispo Joscelmo, el 19 de junio de 1169. La ponente destacó que en conmemoración de la efeméride, el papa Francisco ha concedido un Año Jubilar a la catedral que se conmemorará no solo con diversos actos de carácter religioso, sino con otros muchos en los que se pondrá en valor su rico patrimonio artístico.
Los actos culturales a celebrar con motivo del año Jubilar también han obtenido el sello oficial del Año Europeo del Patrimonio Cultural. Entre ellos destacará la exposición 'Fortis seguntina' en el Museo Diocesano. A través de documentos y maquetas, sus visitantes podrán conocer las primeras fases constructivas de la catedral. La exposición continuará la saga de la celebrada con motivo del Año Greco, de la Exposición Atempora y de la dedicada al Cardenal Cisneros el pasado año. Asimismo, el Museo tiene su propio cumpleaños, puesto que en 2018 celebra su 50 aniversario.
A lo largo del Año Jubilar se sucederán otros eventos trascendentes, como la inauguración de la restauración del Altar de Santa Librada y el Mausoleo de don Fadrique de Portugal; la inauguración de la sala de las Banderas históricas propiedad del Cabildo, y la inauguración de la Sala de Fragua donde se expondrá la segunda serie de tapices flamencos regalada por el obispo Andrés Bravo de Salamanca, compuesta por ocho tapices dedicados a la 'Historia de Rómulo y Remo', que llegarán restaurados a la ciudad gracias al esfuerzo de diferentes instituciones, públicas y privadas, lideradas por la Fundación Ciudad de Sigüenza.
Además de referirse a todos estos próximos eventos, en su disertación sobre la catedral, Pilar Martínez citó al que es uno de los ejemplos más importantes del patrimonio artístico de la ciudad, la estatua funeraria de Martín Vázquez de Arce, el Doncel, que desde 1965 le da su nombre geoturístico a Sigüenza: ciudad del Doncel. Catedral y escultura han generado un patrimonio bibliográfico amplísimo, que la que también es cronista oficial de Sigüenza también puso sobre el tapete, mostrando las portadas de más de cuarenta libros dedicados a ambas, editados desde finales del siglo XIX a la actualidad.
La catedral de Sigüenza es fruto del mecenazgo de sus obispos y cabildos, y es también un ejemplo de restauración, primero tras los destrozos sufridos en la Guerra Civil, y en los últimos años por las sucesivas campañas restauradoras emprendidas por el IPCE (Instituto de Patrimonio Cultural Español). “Conocemos estos destrozos y restauraciones gracias al rico patrimonio fotográfico que nos ha legado, entre otros, Pedro Archilla y que año a año se enriquece con nuevos documentos gráficos gracias a la maestría de Antonio López Negredo”, dijo Martínez Taboada.
En la segunda parte de la conferencia, la docente analizó otros ejemplos del patrimonio arquitectónico seguntino de todas las épocas, y dedicó una especial atención al Castillo-fortaleza, convertido en los años 70 en Parador, gracias a la unión de muchas voluntades y al impulso del cronista provincial Francisco Layna Serrano y del entonces cronista oficial de Sigüenza, Juan Antonio Martínez, y a la Casa del Doncel, propiedad en la actualidad de la Universidad de Alcalá. En este último caso, Martínez Taboada no sólo se refirió a su restauración, sino también a los museos y exposiciones permanentes que en ella se encuentran como el Museo de la Vihuela y de la Guitarra de José Luis Romanillos; la exposición de los cuadros de la familia Santos y la exposición sobre la fabricación de alfombras, inaugurada gracias a la cesión de fondos por parte de la familia Toro. También, al hablar de la Casa del Doncel hizo referencia al patrimonio documental que se conserva en la sala dedicada al Archivo Histórico Municipal. Y, haciendo referencia a los documentos, hizo mención de la cantidad y calidad de los que se conservan en el Archivo Catedralicio y en el Archivo Diocesano.
De patrimonio arquitectónico, y también de patrimonio arqueológico, trató al referirse a la Iglesia de Santiago, en cuya nave central se han hallado en 2017 los vestigios de la ciudad de Sigüenza anterior al siglo XII. Martínez Taboada ponderó la labor de la Asociación de Amigos de la Iglesia que es la impulsora de su restauración y de su conversión en un futuro próximo en Centro de Interpretación del Románico de la Provincia de Guadalajara. “El proyecto necesita del apoyo moral y económico no solo de las Entidades locales, provinciales, autonómicas y nacionales, sino, sobre todo, de los seguntinos y amantes de la ciudad”, afirmó.
También habló sobre el patrimonio urbanístico al valorar una pequeña ciudad como es Sigüenza, declarada Monumento histórico artístico en 1965, en la que se puede estudiar, no solo todos los estilos artísticos en sus monumentos, sino todas las etapas del desarrollo urbano de una población durante más de 2000 años: desde sus etapas celtibérica, romana, visigoda e islámica, a su centro histórico medieval, su ensanche renacentista, su calle monumental barroca, su barrio ilustrado de San Roque, su Alameda neoclásica y sus barrios y chalets de los siglos XX y XXI.
En la tercera parte de la conferencia la cronista abordó, en primer lugar, el patrimonio etnológico, buena parte del cual mantienen vivo los artesanos de la ciudad. Martínez Taboada destacó el caso de los boteros o del cincelador Mariano Canfranc, pasando luego a analizar la estrecha relación entre el patrimonio etnológico en general con el patrimonio inmaterial.
Las procesiones de Semana Santa se estudiaron como un primer ejemplo de esta simbiosis. Las propias procesiones y los trajes de los “armaos” son parte esencial del patrimonio etnológico. Y el ritual recién recobrado del Descendimiento de Cristo de la Cruz, el sonido del “paso de armao”, la música de las dos bandas seguntinas que acompañan a los “pasos”, o las torrijas y la limonada que se degustan en los bares y restaurantes de la ciudad y sus alrededores son ejemplos del patrimonio inmaterial litúrgico, sonoro, musical y gastronómico. “No debemos olvidar que el patrimonio inmaterial tiene como característica su propia evolución a través de los años, y sus sucesivos cambios que tenemos la obligación de documentar. De ahí la importancia que en estos últimos años han tenido para la historia de la Cofradía de la Vera Cruz y del Santo sepulcro la incorporación a las procesiones de los “armaos eméritos” y las “hermanas de carga”, subrayó.
De igual manera se analizó la estrecha relación entre el patrimonio etnológico e inmaterial al hablar de las fiestas de San Vicente, de las de San Juan, de las Jornadas Medievales, de las fiestas de san Roque y de las fiestas navideñas. En este último caso indicó cómo el patrimonio etnológico en ellas estaría representado por la elaboración artesanal de uno de los instrumentos que componen las rondallas, la zambomba, e hizo mención explícita a la que mereció por su tamaño el premio Guinness, fabricada por Jaime Gómez Olalla, y cómo los elementos inmateriales de las mismas serían el propio sonido de las coplas y el particular son de dichas zambombas.
Profundizó la cronista en el patrimonio inmaterial musical y gastronómico al hablar de la “Sigüenza de las mil músicas” en las que a lo largo del año se celebran conciertos y festivales de todo género, impulsados no solo por las entidades públicas, sino también por todo tipo de Asociaciones y Fundaciones culturales seguntinas. Y al hablar de la “Sigüenza Gastronómica” y sus citas anuales: desde el Certamen de Pinchos y Tapas medievales, dedicado a Santos García Verdes; a las Jornadas del fino seguntino o las Jornadas Micológicas. Sin olvidar a las guisanderas de antaño y a los nuevos chefs en la actualidad que reciben los premios más famosos del momento.
Música y gastronomía en la que se une el pasado con el futuro, y que son dos de los atractivos más singulares del turismo seguntino. Un turismo cuya vitalidad fue valorada el año pasado cuando la ciudad fue elegida Capital del Turismo Rural de España en el año 2017.
La conferencia finalizó hablando del cielo seguntino, un patrimonio inmaterial valorado en decenas de sesiones de Astronomía impartidas por el profesor Javier Bussons, y de una experiencia inolvidable, el libro de la Memoria Oral Seguntina, fruto de las charlas entre los más mayores y los más jóvenes de la ciudad en cuyas manos está nuestro futuro y el de nuestro patrimonio.
Y una vez analizados a grandes rasgos todos los tipos de patrimonio cultural, se hizo una última referencia al patrimonio natural que lo complementa y que es otro de los sellos de identidad de la Ciudad del Doncel, destacando por una parte la naturaleza intervenida por el hombre, como es el caso del Jardín histórico de la Alameda o de las Salinas de Imón (que también pueden ser estudiadas como patrimonio industrial), y por otra su pinar y sus parques Naturales del Río Dulce y río Salado.
La sesión del sábado se desarrolló por las calles del centro histórico medieval y renacentista de Sigüenza. Tras la clase teoría del día anterior era momento para recorrer físicamente parte del patrimonio urbanístico de la ciudad, hablando de historia, de religión, de arte, de arquitectura, de arqueología, de construcción, de conservación, de restauración, y de otros mil aspectos. Analizando los principales monumentos (Casa el Doncel, iglesias de San Vicente y Santiago, antiguo Ayuntamiento, puertas del Sol, del Hierro y puerta Nueva, Castillo parador), las diversas plazas (plaza de San Vicente, Plazuela de la Cárcel, plaza Mayor) y los barrios más antiguos (Juderías, Morería). Para acabar en la catedral admirando la restauración del altar de Santa Librada y su sacristía, del Mausoleo de D. Fadrique de Portugal y de la puerta del Jaspe.
Esta sesión tuvo un colofón de lujo, asistir a la clase-concierto del canónigo organista Juan Antonio Marco en el coro catedralicio, broche de oro de la segunda sesión de las Jornadas de Patrimonio Musical y Guitarra que los últimos sábados de cada mes hasta septiembre organiza en la Casa del Doncel la Asociación de Violería y Organología Instrumental Romanillos-Harris.