La violencia machista tiene múltiples expresiones, que hemos de combatir. En la base de la pirámide de la violencia se sitúan los micromachismos, que perpetúan la desigualdad y la violencia contra las mujeres. ¿Percibe e identifica la mayoría de la sociedad los micromachismos como lo qué son?
A nadie se le escapan las múltiples desigualdades y discriminaciones a las que las mujeres tenemos que hacer frente a diario. CCOO CLM venimos denunciando las brechas salariales de casi un 30%, la mayor precariedad y parcialidad laboral de las mujeres, techos de cristal, agresiones sexuales, explotación sexual, trata de mujeres y niñas, las insoportables violencias machistas… Teniendo incluso que soportar que nos llamen exageradas (cuando no cosas peores) al denunciar estas situaciones.
Las actitudes machistas más flagrantes son percibidas y quedan claras para la gran mayoría de la sociedad. Son las que de forma manifiesta y constante colocan a las mujeres en una posición inferior con respecto del hombre en ámbitos sociales, económicos, jurídicos y familiares.
¿Pero qué sucede cuando estas actitudes son tan sutiles que resultan apenas perceptibles para cualquiera que no preste un mínimo de atención? Es aquí cuando hablamos de micromachismos. CCOO queremos hacer especial hincapié en visibilizar esos pequeños gestos, comentarios y prejuicios que en pleno siglo XXI muchos (y muchas) tiene tan interiorizados y normalizados que no se perciben como machismo.
No podemos perder de vista los micromachismos, hay que visibilizarlos si queremos combatirlos. Son secuelas de la educación patriarcal que hemos recibido y de los productos culturales que nos han formado como personas que hacen que, aunque critiquemos y denunciemos el machismo, podamos caer en algunas de sus trampas sin darnos cuenta. Hay conductas machistas que se han vuelto tan cotidianas que hasta pueden llegar a pasar desapercibidas para muchas personas. Frente a ellas es imprescindible educar en igualdad, sin sesgos de género.
No es casual que todavía a día de hoy en cualquier espacio público los cambiadores de pañales de bebés estén en los servicios de mujeres o que los anuncios de juguetes sean protagonizados por niñas en el caso de muñecas o “cocinitas” y de niños en el caso de coches o actividades de aventuras. Son claros ejemplos de los espacios que la sociedad nos tiene reservados a cada uno de los sexos. Tenemos que ser capaces de erradicar esos roles de género desde la infancia, antes de que niñas y niños adquieran esos estereotipos que nada tienen que ver con la realidad, sólo así lograremos una espacio más libre para todas y todos, más igualitario y más justo.
Nuestro día a día sigue plagado de estereotipos y actos “micromachistas”. ¿O no es en sí mismo machista llamarle “micro” (pequeño) al término con el que se pretende definir con benevolencia la cotidianidad del trato a las mujeres como seres inferiores a nuestros compañeros hombres?
CCOO CLM alerta de que los micromachismos son más peligrosos de lo que creemos, porque bajo esa apariencia de “normalidad” forman la base de una pirámide de violencia, una base invisible e imperceptible sobre la que se asientan otras formas de violencia como son ignorar a la mujer, el control, el chantaje emocional, humillaciones, el desprecio, la culpa… sobre las que a su vez también se asientan otras violencias “más graves” como los gritos, las agresiones sexuales, los insultos, las agresiones físicas, las violaciones… para finalizar en la punta de la pirámide, las violencias más salvajes, los feminicidios o asesinatos machistas.
Para erradicar la lacra de la violencia machista hay que empezar por enfrentar con firmeza y sin titubeos la base de la pirámide, los micromachismos, que sustentan el resto de violencias menos sutiles y más agresivas.
La desigualdad entre mujeres y hombres es la raíz del grave problema de la violencia machista. CCOO CLM trabaja cada día para combatir la desigualdad, la discriminación y las diferentes formas de violencia contra las mujeres. También para destacar y potenciar la presencia y la visibilización de mujeres en el ámbito social, laboral, de la cultura, la economía o la política, para que las mujeres tengamos las mismas oportunidades que los hombres.
Las mujeres seguimos teniendo más complicado acceder al mercado laboral y cuando lo hacemos es generalmente en peores condiciones laborales; lo tenemos más complicado para ocupar espacios públicos, en los que no deberían existir restricciones para nadie, pero sí que las hay, especialmente para las mujeres.
Muchas mujeres ni siquiera pueden trabajar, relegadas al ámbito de lo privado, de los cuidados tanto de los hogares, como de las personas, aspectos que son indispensables y fundamentales para la vida, pero que se invisibilizan y se infravaloran, tareas que los estereotipos y los roles de género de la sociedad patriarcal en la que vivimos asignan a las mujeres como un deber, condenándolas a una vida de crianza y cuidados, a una mayor dificultad de acceso a la formación y al empleo, a una vida de dependencia económica, en definitiva, a una absoluta falta de vida en libertad.
CCOO, sindicato feminista, pionero en la lucha feminista, mantendremos la pelea hasta conseguir una igualdad real y sin violencias machistas.
Rosario Martínez
Secretaria de Mujer e Igualdad de CCOO CLM