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El presidente de la Diputación asiste a las Danzas y Bailes de la Octava del Corpus en Valverde de los Arroyos
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El presidente de la Diputación asiste a las Danzas y Bailes de la Octava del Corpus en Valverde de los Arroyos

Un año más ha tenido lugar la tradicional festividad declarada de Interés Turístico Regional a la que han acudido cientos de personas

domingo 10 de junio de 2018, 18:15h
Valverde de los Arroyos ha celebrado hoy una de las fiestas más conocidas y tradicionales de la provincia de Guadalajara: las Danzas y Bailes de la Octava del Corpus, declarada de Interés Turístico Regional. Aunque lloviendo en algunas ocasiones, el tiempo no ha conseguido deslucir el ancestral rito después de la misa, y tampoco ha evitado que cientos de personas acudieran al municipio que está considerado como uno de los pueblos más bonitos de España.

El presidente de la Diputación Provincial, José Manuel Latre, estuvo presente junto al alcalde José Luis Bermejo, y el resto de autoridades entre ellos algunos alcaldes de los pueblos de alrededor. Latre destacó la antigüedad de esta tradición “que ha permanecido de forma prácticamente ininterrumpida e inalterable” y que es “símbolo de la ilusión y tesón de sus gentes que se empeñan acertadamente en mantenerla”. No en vano, tal y como resaltó el presidente, acaban de cumplirse 450 años de la fundación de su Cofradía.

José Manuel Latre recordó el “compromiso de la Diputación con sus pueblos, sus vecinos y sus tradiciones, y la línea de ayudas puesta en marcha para estas fiestas de interés turístico que contribuyen también de forma importante a la dinamización económica de la zona”.

Por su parte, el alcalde animó a visitar Valverde de los Arroyos “no solo en esta fecha, sino en cualquier época de año”, al tiempo que deseó “que las generaciones venideras sigan con esta fiesta para que no se pierda”.

Por otro lado, ayer sábado, y dentro de la programación festiva, tuvo lugar la presentación del libro ‘Las danzas de la Octava del Corpus de Valverde de los Arroyos’, con cuyos autores, Emilio Robledo y José María Alonso, tuvo ocasión de charlar el presidente de la Diputación quien les trasladó también su enhorabuena. El libro, a cuya presentación acudió el diputado provincial Octavio Contreras y ha visto la luz gracias a la colaboración económica de la Diputación, recoge la historia de esta tradición por dos valverdeños grandes conocedores de su tierra.

La Octava del Corpus en Valverde.-

Para los cientos de visitantes, lo que más llama la atención de esta fiesta son las vestimentas de los ocho danzantes y la botarga, así como las espectaculares danzas y bailes. Los danzantes visten pantalón blanco, con bordes adornados de puntillas y bordados; el sayolín, una falda bordada hasta las rodillas, y sobre este y a la cintura un gran pañuelo negro, especie de mantón de manila. Sobre el blanco de la camisa, los pañuelos largos, de colores y anudados al cuello.

El resto del cuerpo lo cubren con cintas, adornos de pasamanería y las alpargatas. A la cabeza, el canastillo, cubierto de flores de vivos colores y espejuelos, que no se lo quitan para bailar ante el Santísimo, gracias a una bula papal otorgada en el año 1606.

La Botarga viste traje de chaqueta de colores chillones (amarillo, rojo y verde), una gorra hecha con triángulos de diferentes telas y colores, rematada por una borla, y en sus manos unos palillos.

En Valverde de los Arroyos, a diferencia de otras poblaciones, se conserva un número importante de danzas. Se bailan a la mitad de la procesión, en las eras, a las afueras del pueblo, donde se instala un altar en que se deposita la Custodia. Allí en su honor, los danzantes interpretan, entre otras, la Danza de la Cruz. Al finalizar la procesión y de nuevo en la plaza ejecutan otros bailes rituales: el Verde, el Cordón, los Molinos y la Serrucha, danzas de paloteo y de cintas, que giran en torno al palo que sostiene la botarga, que actúa como guía de danza y sobre el que se trenzan ocho cintas de diferentes colores. Entre una y otra danza se realiza la Almoneda, es decir, la subasta de las roscas.

Las Danzas de la Octava del Corpus son todo un espectáculo aderezado con la música de un acompañante, el pitero, especie de gaitero tamborilero.

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