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El año pasado hubo que suspender la romería

La Puerta honra a su patrona, la Virgen de la Montealeja

La Puerta honra a su patrona, la Virgen de la Montealeja

miércoles 22 de octubre de 2014, 11:30h

Muchos vecinos de La Puerta, así como feligreses llegados de Trillo, Azañón, Morillejo o Arbeteta, volvieron a peregrinar hasta el lugar en el que dicen que la señora le salvó la vida a un lugareño, evitando que se ahogara en el río Tajo

La Puerta honra a su patrona, la Virgen de la Montealeja

La localidad trillana de La Puerta ha celebrado la Romería de la Montealeja. La Ermita dedicada a la Vírgen, dista ocho kilómetros de La Puerta y veinte de Trillo, y, todavía hoy, hay fieles que recorren el camino andado, e incluso descalzos en alguno de los tramos.

La historia de la fe en la señora y de la construcción posterior de la Ermita, la cuenta un exvoto que se conserva en la Iglesia Parroquial. Un labrador, natural del pueblo, había ido con su mula a por una carga de trigo a la vecina localidad de Gualda. A la vuelta, y cuando pretendía cruzar el Tajo por uno de sus vados, cercano al lugar donde se erige ahora la Ermita, la fuerza de la corriente pudo con agricultor y caballería. Dicen los porteños que de no mediar la intervención de la señora, el hombre hubiera muerto ahogado.

Desde entonces, los pueblos de Cereceda y La Puerta peregrinan en dos sucesivos fines de semana del mes de mayo al lugar, muy cerca del cual se construyó una ermita. La devoción es compartida por el vecino pueblo de Cereceda, que la convoca tradicionalmente unos días después.

En su origen, la Ermita se construyó con planta rectangular y una nave única a la que se le añadieron dos cuerpos posteriores. Destaca en su construcción la utilización de piedra de sillar en las esquinas y vanos de las puertas, siendo de mampostería el resto del edificio. El Ayuntamiento de Trillo la reparó ampliamente en el año 2009, adecuando también los caminos para llegar hasta el lugar, tanto desde Trillo como desde La Puerta. Ahora se puede llegar en un turismo sin problemas.

El año pasado, hubo que suspender la Romería por la abundante lluvia que caía en la fecha señalada. En 2014, el calor, que elevó el mercurio por encima de los 30 grados a mediodía, ha sido la nota dominante, de tal manera que pese a que campo todavía está verde, se agosta antes de tiempo.

El párroco local, Carlos San Félix, calificaba el sábado la Romería como una "celebración sencilla hecha la fe robusta que tiene la gente de los pueblos". Acompañándole en la misa, y poniéndole la banda sonora a la eucaristía, estuvieron otros religiosos de la Congregación de la Sagrada Familia, que viven en una de las casas del Sanatorio de Trillo. Después de terminar el oficio, los porteños sacaron a hombros la imagen de la Montealeja para subastar los palos y las casi veinte ofrendas que los fieles habían hecho antes.

En ese momento, tomó la palabra Gregorio Pérez, natural del pueblo, que, un año más y van veinte, le puso de nuevo la voz a la almoneda. Cuando le preguntaron por lo que había que tener para hacer la subasta, respondió, con buen humor que "lo primero, un poco de voz, porque si no te oye ni el cuello de la camisa, malo". Además hay que tener arte para saber elevar la puja "hasta donde deje la crisis, que también se nota". Por último, "con vergüenza, ni se come, ni se almuerza, así que todo lo que se le pase a uno por la cabeza para animar, hay que decirlo", termina. Al mismo tiempo que la imagen era entrada en la Ermita, los porteños cantaron un año más, el himno de la virgen: "Todos juntos en persona, en religioso cortejo, te aclamamos por Patrona, ¡Oh, Virgen del Montealejo...".

Junto a la imagen de la Montealeja hay numerosos exvotos hechos por feligreses a quienes la señora ha concedido alguna gracia "librándolos de alguna enfermedad, por ejemplo", dice Pilar Benito, una de las porteñas que acude sin falta a su cita de mayo. Después de las tradiciones y celebraciones religiosas, los porteños se quedan a comer en el entorno de la suave colina sobre Entrepeñas en la que está la Ermita. En el menú no faltaron la tortilla, el pisto o el queso de cabra, regados siempre con buen vino de la bota, "todavía hecho en nuestras cuevas", remata Pilar.

Allí estaba también Trinidad Rodriguez, la más veterana, que el próximo día 11 de junio cumplirá los 92. Tampoco faltó Felicitas López, la que fuera muchos años sastra del Lido parisino. Va y viene entre Francia y España, pero en este 2014 no quiso perderse la romería. Por primera vez faltó Angela González, fallecida en el mes de febrero, a quien toda su familia echó de menos después de toda una vida peregrinando a la Ermita.

Acompañando a los lugareños y a fieles venidos de Azañón, Morillejo, Trillo y aún más distantes, desde Arbeteta, además de La Puerta, estuvo una amplia delegación municipal que encabezó el alcalde de Trillo Francisco Moreno. Organizando la fiesta que se remató por la noche con la actuación del dúo Omega ha estado Teófilo Benito, alcalde pedáneo del pueblo, y además, concejal de Trillo.

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