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Alovera rinde homenaje a Isidoro Ocaña Sanz ‘Sorín’ junto a su familia

Alovera rinde homenaje a Isidoro Ocaña Sanz ‘Sorín’ junto a su familia

En 1986 Isidoro Ocaña Sanz, también conocido como ‘Sorín’, tomó el bastón de mando como Juez de Paz de Alovera

lunes 05 de junio de 2017, 10:26h
El pasado mes de enero falleció Isidoro Ocaña Sanz, más conocido como ‘Sorín’. El que fuera Juez de Paz de Alovera durante más de 30 años era un hombre conocido y querido por todos en la localidad. Tanto es así que enseguida el Pleno del Ayuntamiento aprobó por unanimidad homenajearle poniendo su nombre a una calle de municipio. Este homenaje se hizo realidad el sábado 19 de mayo, con la presencia de sus familiares, la corporación municipal y los vecinos de Alovera.

En 1986 Isidoro Ocaña Sanz, también conocido como ‘Sorín’, tomó el bastón de mando como Juez de Paz de Alovera. Un cargo que desarrolló durante más de 30 años con el entusiasmo y saber estar que le caracterizaban. Por desgracia, una larga enfermedad se lo llevó el pasado mes de enero.

“Una pérdida irreparable para todos, ya que era un hombre muy querido en Alovera, conocido por todos por su cargo de Juez de Paz, pero sobre todo por ser un buen vecino y mejor persona”, expresaba Purificación Tortuero, alcaldesa de Alovera.

Una figura notable en la localidad que merecía un homenaje público, y así lo respaldó el Pleno con unanimidad en la sesión ordinaria del mes de enero.

El pasado sábado tal homenaje se hizo realidad descubriendo la placa con su nombre en la que hasta ese momento era la Calle Mayor. Los familiares de ‘Sorín’ –hijos y nueras, hermanas, nietos, sobrinos…- estuvieron arropados en tan emotivo acto por los miembros de la corporación municipal así como por numerosos vecinos.

“Esto significa mucho para nosotros, a él le hubiese gustado y se sentirá orgullo allá donde esté”, reconoce agradecida su hermana Amparo, “para él su trabajo y su pueblo eran su vida. Era una persona sencilla, sin ninguna maldad, hablaba con todo el mundo y siempre estaba dispuesto a hacer un favor”.

Un carácter afable con el que se ganó el cariño de los aloveranos, y también su respeto. “En Alovera lo conocíamos todos, como vecino era amable, participativo, siempre se involucraba con todo lo que se organizase en el pueblo”, recuerda la alcaldesa, “pero además, como Juez de Paz se ganó el respeto de todos durante más de 30 años”.

Un cargo que para él “significaba mucho. En su enfermedad nunca quiso dimitir, no esperaba este final. Era una forma de estar cerca de la gente, era algo que llevaba muy dentro”, cuenta su hermana.

Tras descubrir la placa en la recién bautizada calle Isidoro Ocaña Sanz ‘Sorín’, todos los asistentes a la cita acudieron al Ayuntamiento. Allí, la alcaldesa Purificación Tortuero hizo entrega a su familia de su bastón de mando, todo un símbolo que siempre estará ligado a su figura.
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