www.guadapress.es

Tal y como desvela hoy el diario El Mundo

Barreda infló contratos públicos para sufragar las campañas del PSOE

Barreda infló contratos públicos para sufragar las campañas del PSOE

Se adjudicaron varios millones de euros en procesos amañados

miércoles 22 de octubre de 2014, 11:30h

Había ocasiones en las que ni siquiera se convocaba concurso o en las que se convocaba a posteriori

La noticia ha caído como una bomba en el PSOE, un partido que aún no se ha repuesto de la derrota electoral en las pasadas elecciones autonómicas y, de confirmarse, puede suponer la puntilla y el fin de sus aspiraciones de volver a Fuensalida.
Lo publica hoy el diario El Mundo como la noticia más resaltada. La Junta de Castilla-La Mancha adjudicó contratos públicos inflados a Cuadrifolio y luego esta empresa organizó con el dinero sobrante actos y campañas electorales del PSOE.

Según explica el periódico dirigido por el ciudadrealeño Casimiro García-Abadillo, Cuadrifolio es un conglomerado de sociedades dedicadas al montaje de eventos y, más concretamente, al de stands, que es su verdadero objeto social. La Junta presidida por Barreda adjudicó al holding controlado por el filosocialista Manuel Téllez varios millones en procesos amañados.

Unas veces se troceaba el importe total en facturas de menos de 12.020 euros para sortear la vieja Ley de Contratos, otras se optaba por la figura del convenio para otorgar el contratoa dedo-tal y como se hizo con Urdangarin en la Comunidad Valenciana y en Baleares- y en algunas se vestía el santo con dos empresas amigas que ejercían el papel de competidoras de Cuadrifolio.
La simbiosis era tal que se empleaba el mismo mobiliario para los actos de la Junta y del PSOE. Simplemente, se cambiaban los logos. Y, por si fuera poco, Cuadrifolio tenía una minioficina en la Consejería de Economía.
El diario añade que uno de los epicentros de la nueva Filesa del PSOE estaba en Castilla- La Mancha. Y, más concretamente, en la etapa (2004-2011) en la que el socialista José María Barreda presidió la Junta de Comunidades, tal y como han atestiguado a EL MUNDO varias personas que estaban en la cocina de la financiación presuntamente irregular del PSOE.

Y, como antaño, hacía falta una empresa o grupo de empresas que se prestase a ejecutar las tareas de maquillaje. Así como en la anterior etapa de financiación del partido de la calle de Ferraz este rol corría a cargo de Filesa, Malesa y Time Export, ahora lo desempeña el grupo Cuadrifolio, propiedad de Manuel Julián Téllez López, empresario muy cercano a la cúpula del PSOE.
Manuel Téllez, experto en la construcción de stands para eventos que empezó su carrera profesional en el gremio de la carpintería, ha empleado para estas tareas varias sociedades además de la matriz, Cuadrifolio Sociedad Anónima. Se trata, entre otras, de Acanto Construcciones de Decorados, Emporio Ferial y Cuadrifolio Diseño.

El modus operandi era básico, pero durante años se demostró infalible. Cuadrifolio o cualquier otra de las sociedades de Téllez se presentaban a un concurso en Castilla-La Mancha para organizar todo tipo de eventos y sistemáticamente salían elegidas. Los precios eran dos, tres y, en algún caso excepcional, hasta 10 veces superiores a los de mercado -beneficio empresarial incluido- y con ese remanente se pagaban luego los actos del PSOE y las campañas, especialmente onerosas en una comunidad autónoma que cuenta con 919 municipios y cinco provincias, amén de una extensión de 79.000 kilómetros cuadrados.

Claro que también había ocasiones en las que ni siquiera se convocaba concurso o en las que se convocaba a posteriori, es decir, después de haberse producido la adjudicación y de que Cuadrifolio hubiera iniciado los trabajos.
Otra figura de la que se echaba mano para que resultase agraciado el holding de Téllez era el convenio. Este procedimiento sortea la libre concurrencia y, por ejemplo, es el que emplearon Camps y Matas para dar a dedo más de seis millones de euros públicos a Iñaki Urdangarin en la Comunidad Valenciana y en Baleares.

Existe una tercera fórmula, que constituye un fraude de ley en toda regla. La de trocear todo el importe en un sinfín de contratos inferiores a 12.020 euros, que era entonces la cantidad por debajo de la cual no había que convocar el preceptivo concurso. En 2007 se endureció la ley situándose el umbral en 18.000 euros. Para muestra un botón: una adjudicación de servicios de 110.000 euros se dividía en 10 de 11.000 y la Intervención no podía decir ni mu. «Los interventores de la Junta nunca pusieron el grito en el cielo con Cuadrifolio, jamás pidieron una explicación, pero por si acaso vestíamos el santo. Aunque, eso sí, hubo casos en los que la adjudicación oficial era posterior a la real. Vamos, que empezábamos los trabajos y luego nos los encargaban», reconocen varias de las personas que participaron en los tejemanejes que han servido para financiar al Partido Socialista.

Buena parte de la culpa de que Cuadrifolio haya trabajado durante años en Castilla La-Mancha sin despertar la más mínima sospecha de la opinión pública en general y de los órganos fiscalizadores y la oposición en particular la tiene la discreción de Manolo Téllez. Se trata de un personaje muy popular entre bastidores, tanto en Ferraz como en la subsede socialista de Gobelas, en la lujosa urbanización capitalina de La Florida -ahora alquilada por los problemas financieros del PSOE-, pero desconocido para el gran público. Al punto de que tan sólo hay dos imágenes suyas en la red, ambas de muy mala calidad y en las que aparece moviendo el rostro para difuminar la pista.

Una de las pruebas más llamativas de la simbiosis entre Cuadrifolio, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el PSOE es que el material que se usaba para los actos institucionales de la autonomía presidida por José María Barreda era exactamente el mismo que luego se destinaba a los actos de partido, no sólo en la región sino en toda España. Se cambiaba el logo, pero el mobiliario era sistemáticamente idéntico. Era un mismo maniquí sobre el que luego se colocaba un traje u otro, el del PSOE o el de la Junta, en función de las circunstancias. El material se guarda en la nave de 20.000 metros cuadrados que el grupo posee en el polígono industrial Las Arboledas de la localidad de Illescas.

Uno de los ejemplos más palmarios de la discrecionalidad que se empleaba con Cuadrifolio es el del stand de la feria turística por antonomasia: Fitur, una de las tres más importantes del mundo junto a la londinense World Travel Market y la berlinesa ITB. El conglomerado presidido por el carpintero Téllez recibió el encargo de montar la sede castellanomanchega de Fitur en 2005 (500.000 euros), 2006 (600.000), 2007 (500.000) y 2008 (682.000). El coste real del montaje de esta infraestructura -beneficio de explotación incluido- es muy inferior a las cifras facturadas. El pabellón de 2006, por ejemplo, tenía una superficie de 3.000 metros cuadrados y costó medio millón de euros. El de la Comunidad Valenciana de aquella edición, organizado por la trama Gürtel, tenía casi el doble de extensión y salió por un millón, por lo que estaríamos hablando de sobreprecios similares. Hay que recordar que la Fiscalía solicita 11 años de cárcel para la ex consejera valenciana Milagrosa Martínez, 10 para Correa y 11 y medio para Álvaro Pérez y Pablo Crespo -número dos de la red- por los recargos injustificados que se colaron en el presupuesto del stand en Fitur. El remanente se habría desviado, supuestamente, a la financiación de actos del PP.

La Consejería de Sanidad castellanomanchega también otorgó a dedo a Cuadrifolio el concurso para una exposición de maquetas. Un trabajo por el que Téllez percibió 230.000 euros. Los hombres y mujeres de Cuadrifolio, cuyo cuartel general está en la madrileña calle de Olimpo (casualmente, frente a la sede de IU), se encargaron hasta de preparar los pliegos. Cuando se hicieron públicos, el grupo de Téllez ya estaba trabajando y, obviamente, acabaría resultando vencedor de la enésima licitación adulterada.

Otro apaño se produjo en el Día del Emprendedor de Castilla-La Mancha de 2006. La Consejería de Industria optó por encomendarlo directamente a Cuadrifolio por 100.000 euros y, para sortear la libre concurrencia, se sacó un as de la manga: el convenio. Tres cuartos de lo mismo sucedió con la edición de 2007 del Día del Emprendedor: el importe fue idéntico; la operativa, la misma, y el ganador, el de siempre.
En las Jornadas del Agua de 2006 fueron más sibilinos. El Consejo Económico y Social troceó el evento en facturas inferiores a 12.020 euros y el responsable de los actos del PSOE, Manuel Téllez, se llevó 130.000 euros públicos en total.

El PSOE ha negado haberse financiado ilegalmente a través de Cuadrifolio: "No trabaja con nosotros en Castilla-La Mancha desde 2008, en Ferraz desde 2002, y no ha regalado nada al partido".

 

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (4)    No(0)

+
1 comentarios